
El zoo de Hangzhou, al este de China, ha salido a defenderse de las críticas después de que un vídeo viral despertara las sospechas de que uno de sus osos era un hombre con un disfraz. El zoológico dijo a los visitantes que se trataba de un oso malayo auténtico, y añadió que era una especie incomprendida.
El oso malayo es la especie de oso más pequeña del mundo, generalmente del tamaño de un perro grande, con un peso que varía entre 25 y 65 kg. En el vídeo viral, se lo veía de pie sobre sus patas traseras y con una serie de pliegues a la altura de las caderas, lo que llevó a mucha gente a pensar que era un hombre disfrazado con un disfraz de oso que le quedaba demasiado grande.
Estos pliegues en los cuartos traseros son una característica normal en la fisonomía de estos osos, y cumplen una función importante: les permiten girarse sobre su piel para defenderse de un depredador, como un tigre, cuando este los atrapa.
Los osos malayos tienen fuertes garras, pero evitan el contacto humano. Son criaturas diurnas y arbóreas, que trepan a los árboles para alimentarse de sus frutos, especialmente de los cocos. En francés se los conoce como ours des cocotiers, “oso de los cocoteros”, por su afición a los cocos, mientras que en inglés se los apoda sun bear, “oso del Sol”.
Es una especie cada vez más amenazada por la pérdida de hábitat. La deforestación rampante por la agricultura y la urbanización en el sudeste asiático están reduciendo su hábitat natural a un ritmo alarmante. Además, la caza furtiva para obtener partes de su cuerpo, apreciadas en la medicina tradicional, agrega otro nivel de amenaza.