¿Por qué este lugar tiene tan poca vida? Las naves espaciales que se estrellan aquí no tienen nada que ver. Para empezar es un lugar aislado por la propia corriente de Australia Oriental que lo forma. La corriente es ya una barrera física para ciertas formas de vida. El segundo factor es que no tiene grandes masas de tierra cerca. Las costas son un inagotable suministro de nutrientes para la vida marina, y la escasez de islas en esta región no ayuda a dar vida a las aguas.

Finalmente está la intensa radiación ultravioleta que golpea esta zona del planeta y a la que solo un puñado de microorganismos puede sobrevivir en aguas poco profundas. De hecho, los investigadores han constatado que la familia de criaturas más habitual en estas aguas son microbios como los AEGEAN–169, que están especialmente adaptados a entornos con pocos nutrientes y un bombardeo continuo de radiación solar.

Los resultados del estudio no solo son interesantes a nivel de ecosistema terrestre. También aportan claves interesantes sobre cómo puede ser la vida en otros planetas el día que la encontremos. [Environmental Microbiology vía Science Alert]