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De hecho, tomar la muestra de esta manera es algo menos desagradable porque ni siquiera hay que introducir el hisopo hasta la garganta. Los investigadores describen así el procedimiento para realizar el test de manera completamente eficaz:

Los participantes no deben haber comido, bebido, ni fumado nada en los 30 minutos previos a la prueba. Inmediatamente antes del test, el paciente debe toser entre tres y cinco veces. Entonces se realiza un frotis pasando el hisopo por la cara interior de ambas mejillas, por encima y debajo de la lengua, las encías y el paladar. El frotis debe durar al menos 30 segundos.

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No es la más agradable de las pruebas, pero algunos la encontrarán más llevadera que introducirse un palito de algodón por la nariz. En cuanto a por qué sucede esto, parece que tiene que ver con la manera en la que se transmite la enfermedad y su patología sutilmente diferente. Los síntomas de Omicrón empiezan a manifestarse más rápido. Es posible que, cuando eso ocurre, el virus esté en la garganta (su vía de entrada natural), pero aún no se haya desplazado a la nariz. [IFL Science]