
Una de las escenas más emblemáticas y conocidas de Jurassic Park es aquella en la que Tim y Lex, los niños nietos de Hammond, son perseguidos por velociraptores y acechados dentro de una cocina. Ahora, científicos dicen que Jurassic Park nos ha engañado, así no cazan los velociraptores.
Tanto en las películas de Jurassic Park como en Jurassic World hemos visto a los velociraptores cazar en manada, incluso comunicándose haciendo sonidos para llamarse los unos a los otros. Por supuesto, se trata de películas de ficción, pero un grupo de investigadores, tras realizar una serie de análisis sobre fósiles de esta especie, asegura que la idea que existía de que el velociraptor cazaba en manada está errada.
En el estudio explican que, tras realizar análisis químicos de los restos fosilizados de dientes de velociraptores, especialmente de la especie conocida como Deinonychus antirrhopus (que vivió hace unos 115 a 108 millones de años), encontrar diferencias entre los hábitos alimenticios de velociraptores jóvenes y maduros, lo que refleja sus hábitos de caza.
Según el análisis microscópico, los dientes más pequeños y más grandes no tenían los mismos niveles de isótopos de carbono, lo que revela una diversidad en la dieta entre los velociraptores jóvenes y maduros, algo que no se suele encontrar en las especies de animales que cazan en manada. En cambio, se trata de un patrón que se esperaría en animales donde los progenitores no proveen alimentos a sus crías. Los jóvenes y los maduros comían distintos alimentos.
En el pasado la ciencia también ha demostrado que la idea que tenemos del T–Rex, la misma que se refleja en Jurassic Park, tampoco sería correcta. Estudios aseguran que el dinosaurio enorme y carnívoro ni siquiera podía correr y su rugido en realidad habría parecido más el sonido hecho por una paloma que lo que escuchamos en las películas. [Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology (Science Direct) vía Popular Mechanics / IGN]