
Las instrucciones de la Canon PowerShot Zoom dicen: “La PowerShot Zoom es una cámara digital que también puede usarse como monocular”. No estoy de acuerdo. Yo más bien diría que este experimento de Canon es un monocular que puede usarse como cámara digital... si tienes toneladas de paciencia.
Diseño y ergonomía
La PowerShot Zoom no es precisamente una compacta convencional. Su formato es lo primero que llama la atención, con un cuerpo alargado que se asemeja un poco al de las videocámaras que hacían furor en los 90, pero mucho más pequeño (mide 33,4 x 50,8 x 103,2mm y pesa 145 gramos). Un simple vistazo a la posición de los controles revela que la cámara está pensada precisamente para sujetarse cerrando la mano sobre ella como si fuera una videocámara, y esto ya me plantea un primer problema. La PowerShot Zoom es muy pequeña, y mi mano bastante grande. Eso me obliga a echar hacia atrás el índice en una posición bastante incómoda si quiero tener a mano el botón de zoom de la parte superior.
“¡Pero no seas melón!”, estarás pensando. “Gira la cámara en la palma de la mano hasta que el botón te queda al alcance de la punta del dedo”. Sí, por supuesto, puedo hacer eso, pero resulta que los botones para sacar fotos y tomar vídeos están en la parte inferior, supuestamente al alcance del pulgar, solo que no es así. Si tienes manos grandes, también te verás obligado a echar hacia atrás el pulgar, lo que en la práctica no solo es extremadamente incómodo, sino que te deja en una posición un tanto precaria, sujetando la cámara con los tres dedos que te quedan. Tampoco puedes sujetarla solo con los dedos porque necesitas el pulgar para pulsar los botones.
Desde luego, la publicidad de la cámara no sugiere que haya que usarla con dos manos. Quizá sea que la PowerShot Zoom no está pensada para usar el botón de zoom al mismo tiempo que el obturador, pero teniendo en cuenta que el obturador se usa también para enfocar, me parece una decisión un tanto extraña. Esa es la razón por la que comienzo diciendo que esta cámara no es exactamente una cámara, sino más bien un monocular que puede tomar fotos o grabar vídeo en un momento dado. O haces zoom, o sacas fotos, pero las dos cosas a la vez te obligarán a usar la cámara con ambas manos si no quieres terminar con dolor en las articulaciones.
Controles
Aparte de los botones de zoom, sacar foto y grabar vídeo que menciono arriba, la PowerShot Zoom solo tiene otros dos pulsadores: menú, y el de encendido. La navegación por las opciones de configuración típicas de una cámara de este tipo se realiza usando los botones inferiores como si fueran flechas de dirección y el zoom para confirmar. Todo ello mientras miras por el visor electrónico, claro, porque la PowerShot Zoom no tiene pantalla externa. Una pequeña rueda como la de las cámaras réflex permite corregir la imagen que se ve por el visor en unas pocas dioptrías si llevas gafas correctoras de la visión.

Y ya está. Eso es todo. ¿Quizá habías llegado hasta aquí buscando más controles? Pues lo siento, pero no hay más. Que una cosa es que una cámara sea minimalista, y otra que el minimalismo la haga incómoda de usar. Yo pensaba que esa era la especialidad exclusiva de Apple, pero se ve que no. Y tampoco es que esté pidiendo que forren la PowerShot Zoom con diales que vienen a servir todos para lo mismo como los de las cámaras sin espejo para joviales y dinámicos street photographers. Pero de ahí a incorporar un botón de Play para ver las fotos que vas tomando digo yo que habrá un término medio. La única forma de ver las fotos en la PowerShot Zoom es bucear en los menús a golpe de botón de arriba o abajo, o verlas desde el móvil (más sobre eso abajo).

Esto me lleva al que para mi es probablemente el fallo más imperdonable de la PowerShot Zoom y es que... no tiene zoom. Sí, tiene un botón de zoom, pero este solo permite alternar entre tres focales diferentes: 100mm, 400mm, y 800mm. El cambio entre ellas es instantáneo, pero odio que no me deje seleccionar cualquiera de las focales intermedias. Algo que sí podría hacer mediante un control tipo rueda. No es para nada un detalle trivial, porque la imposibilidad de seleccionar focal de manera más granular me priva de la posibilidad de ajustar el encuadre como yo quiera, una decisión que debe ser siempre del fotógrafo, no de la cámara.
Este ejemplo es real: Caminas por el bosque y de repente ves un pájaro. Lo enfocas en 100 mm. ¡Hum! No se ve muy cercano... Pulsas el botón de zoom una vez y... ¡Oooops! 400mm es demasiado cerca. Vuelves a pulsar zoom. 800mm es aún peor. Vuelves a 100mm y tratas de acercarte. El pájaro sale volando...



Y no hablo de un pulsador de zoom motorizado de los que “derrapan” un poco cuando dejas de pulsarlos. Hablo de una rueda física que permita controlar el zoom de manera suave y precisa con solo mover un dedo. A ser posible con el botón obturador al lado. Quizá estoy siendo muy quisquilloso, pero creo que la PowerShot Zoom es una cámara para un público que entiende fotografía y que quiere una segunda cámara para un uso muy específico del tipo fotografiar la naturaleza. Un usuario así lo primero que va a pedir es buena ergonomía y un sistema de botones que le permita tener el control, y la PowerShot Zoom no tiene una cosa ni otra.

La Zoom, como toda cámara moderna que se precie, se puede conectar al móvil mediante la correspondiente app. Se trata de Camera Connect, la misma que Canon usa para sus otras cámaras con Bluetooth y wifi. Es una buena noticia porque además de transferir fotos del dispositivo al móvil, Camera Connect permite controlar la cámara desde el móvil. Basta con poner la PowerShot Zoom sobre un trípode y....
Espera...
La PowerShot Zoom no tiene rosca para trípodes.... Lo único que hay es un enganche para correa...
Pues OK...

Calidad de imagen
De acuerdo, la ergonomía es bastante discutible, pero ¿Qué hay de la calidad de imagen? La PowerShot Zoom está equipada con un sensor CMOS de un tercio de pulgada y 12MP. El zoom óptico es equivalente a un 4,8X. En otras palabras, solo los pasos de 100mm y de 400mm son ópticos. El de 800 es digital, con la consecuente pérdida de calidad.
La apertura es f/5.6 (f/6.3 en el caso del telefoto). Lo que ya da una cierta idea de que no se va a llevar muy bien con la oscuridad o los entornos en penumbra. El autoenfoque es de dos tipos, o bien enfoca a caras, o bien enfoca a un único punto en el centro. Para enfocar basta con pulsar suavemente el obturador antes de pulsarlo a fondo para la foto. Hay una opción en los menús que permite disparar en ráfaga si la activamos (para ello solo hay que dejar pulsado el disparador). En cuanto a la estabilización de imagen está en la propia lente. En la práctica, lo que se puede obtener son fotos como estas:






Los resultados no están nada mal, especialmente si sacas fotos tipo paisaje, pero me sorprende que Canon haya puesto un sensor tan pequeño y de solo 12MP cuando ya hay soluciones mucho más potentes y capaces de captar más luz (y más detalle). Igualmente, y como ya explicaba arriba, quisiera poder sacar una foto a varias casas del pueblo y no solo a la iglesia, pero el paso de 400mm me catapulta directamente hacia adelante en un encuadre muy estrecho.



Otro problema del zoom es que el salto entre un paso y otro es tan rápido que no es raro que pierdas el foco de lo que estabas intentando fotografiar. Con objetos estáticos no hay problema, pero seguir objetos en movimiento con este sistema de pasos es un poco complicado. Buena prueba de ello es la foto de los cuervos que no verás aquí porque no pude sacarla a tiempo.






La Canon Powershot Zoom no se lleva bien con la oscuridad. Incluso en una foto tomada al atardecer como esta de arriba muestra grano. Eso sí, en vistas generales muy iluminadas como la del pueblo y la antena es capaz de tomar fotos lejanas con mucho detalle. Sigo pensando que la definición de monocular con funciones de cámara es la más acertada.

Todas las fotos se almacenan en tarjetas MicroSDXC. Una escotilla en el lateral izquierdo permite acceder al puerto para tarjetas y a un puerto USB-C para carga. Las imágenes solo se pueden guardar en formato JPG 4000 x 3000 y formato 4:3. En cuanto al vídeo, también graba en una calidad única: 1920 x 1080 a 30fps en archivos MP4 con códecs H.264 para la imagen y AAC para el sonido, aunque a ciertas distancias el único sonido que grabará será el del viento. No hay ningún tipo de entrada para micro externo.
En resumen
La PowerShot Zoom es probablemente la cámara más rara que Canon ha sacado en años. No solo es que esté llena de decisiones de diseño realmente discutibles. Es que parece un dispositivo orientado a un determinado público pero sus funciones apuntan a otro y al final se quedan cortas. ¿Por qué una cámara telescópica no deja elegir zoom con libertad? ¿Por qué tan pocos controles físicos? ¿Por qué meter enfoque por detección de caras en una cámara que parece hecha para fotografiar animales en el monte? No tengo respuesta para ninguna de estas preguntas.
Es posible que hayas visto las fotos de arriba y te hayan parecido estupendas, pero créeme cuando te digo que sacarlas ha sido todo un ejercicio de frustración. Al final, la PowerShot Zoom puede ser divertida de llevar en escenarios como un concierto, un partido de fútbol o unas vacaciones. El problema es que un zoom óptico 4X ya es algo al alcance de muchos móviles (y el precio de 380 euros no ayuda mucho). La idea de un monocular que saque fotos no me parece en absoluto mala, pero debe ser capaz de ofrecer cosas que no llevemos ya en el bolsillo.