
Elon Musk ha dado marcha atrás. Después de comprar un 9,2% de Twitter, el empresario fue invitado a formar parte de la junta directiva de la compañía. Musk aceptó, e incluso apareció en el organigrama de gobierno de la web de Twitter. Pero el CEO de Twitter, Parag Agrawal, ha anunciado hoy que Elon decidió no entrar en la junta de la compañía después de todo. ¿Por qué?
Para saber cómo hemos llegado hasta aquí, tenemos que dar un repaso a todo lo que ha pasado desde que Elon Musk empezó a comprar acciones de Twitter:
- Elon Musk empezó a comprar acciones de Twitter el 31 de enero de 2022 a un precio de entre 32 y 40 dólares por acción. Días antes estaba tuiteando en contra de las restricciones por el covid y las vacunas, a favor de las protestas de los camioneros canadienses. El republicano Dinesh D’Souza le sugirió que comprara una red social o un canal de televisión para cambiar el panorama político. Musk contestó: “interesantes ideas”.
- A 1 de abril, Musk había comprado 73,5 millones de acciones, el equivalente a un 9,18% de la compañía.
- El 25 de marzo, antes de que se supiera que tenía una enorme participación en Twitter, Elon Musk preguntó a sus seguidores si creían que Twitter cumplía el “principio básico” de la libertad de expresión. Un 70% votó que no. Musk dijo que la encuesta tendría “consecuencias”. Más tarde dijo que, si Twitter funciona como la plaza pública del mundo, su falta de libertad de expresión mina la democracia, y preguntó: “¿Hace falta una nueva plataforma?”.
- El 4 de abril, Musk reveló a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos que se había convertido en el máximo accionista de Twitter. Usó un formulario 13G, reservado a inversores pasivos, pero al día siguiente entregó un formulario 13D como inversor activo para evitar problemas. La acción de Twitter se había disparado hasta los 51 dólares.
- El 5 de abril, Parag Agrawal anunció que la junta directiva de Twitter había acordado entregar un asiento a Elon Musk, quien aceptó la oferta. El nombramiento se haría efectivo el 9 de abril. Como miembro del consejo de administración, Elon Musk ya no podría comprar más de un 14,9% de Twitter.
- Elon Musk empieza a proponer cambios en Twitter, generalmente mediante encuestas a sus seguidores. Primero, un botón de editar tuits (pero Twitter salió a aclarar que ya estaba trabajando en uno desde antes de que Musk lo propusiera). Después, verificar a todos los suscriptores de pago de Twitter Blue para reducir el problema de las estafas con bots (scammers que se hacen pasar por él prometiendo una donación en cripto). También propuso dejar de servir anuncios a esos usuarios, que ya pagan 3 dólares al mes, para limitar el poder de las grandes corporaciones sobre la red social, y cerrar la sede de Twitter en San Francisco para convertirla en un refugio de personas sin techo. Estos tuits fueron eliminados.
- El 9 de abril, Elon Musk tuiteó que las cuentas más populares de Twitter ya no publican con tanta frecuencia, y preguntó: “¿se está muriendo Twitter?” También dio a entender que las cifras de la red social están infladas con bots. Musk sugirió cambiar el nombre de Twitter por “Titter”, pero luego dijo que estaba en “modo goblin” para justificar la broma.
- Preocupados por el panorama, empleados de Twitter presionaron al CEO de la compañía para que Elon Musk no se entrometiera. Agrawal anunció una sesión de preguntas y respuestas con el empresario, pero ha sido cancelada después de que Musk decidiera no entrar en la junta directiva.
- El lunes, Parag Agrawal publicó un comunicado anunciando que Musk había declinado a última hora entrar en la junta. El comunicado aclara que habría sido emocionante tener a Musk en el consejo de administración, ya que sus miembros tienen el deber fiduciario de actuar en el mejor interés de la compañía.
- El mismo día, Elon Musk le dio “me gusta” a un tuit que decía: “Elon se convirtió en el mayor accionista por la libertad de expresión. A Elon le dijeron que se portara bien y que no hablara libremente”.
Estos dos últimos puntos, sumados a la presión interna de Twitter, dan la clave de por qué Elon Musk ha decidido abandonar la junta directiva de la compañía. O mejor dicho, no entrar en la junta a última hora.
El deber fiduciario habría supuesto una obligación legal para actuar siempre en favor de la compañía. Tuits como “¿se está muriendo Twitter?” o “¿debería Twitter cerrar su sede y convertirla en un refugio para personas sin hogar?” no van exactamente en esa línea. Ahora Musk tiene libertad para seguir tuiteando lo que le dé la gana.
Además, podrá seguir comprando acciones más allá de ese 14,9% de límite que tienen los miembros de la junta. Pero si ya posee una gran influencia sobre la compañía como principal accionista (se dice que Elliot Management, que tiene una participación de poco más del 1%, aceleró la salida de Jack Dorsey de Twitter) ¿por qué iba Musk a seguir quemando dinero?
A no ser que sus planes sean una adquisición hostil para tener el control total de la compañía, lo que parece una locura teniendo en cuenta lo lentamente que crece Twitter en usuarios, no está claro que Musk vaya a seguir comprando acciones como hasta ahora.
En cuanto al argumento de la libertad de expresión, no está claro que Twitter “censure” mucho más (en el sentido de moderar contenido) que otras redes sociales. Una red sin moderación tendría muchos problemas, empezando por el spam y el acoso a otros usuarios. Pero nunca quedó claro a qué se refería Musk con la censura, más allá del bloqueo de los medios rusos a petición de los gobiernos.
Tampoco es Musk el adalid de la libertad de expresión que dice ser. Despidió a un empleado por publicar un vídeo del sistema de conducción autónoma de Tesla teniendo un fallo, y es muy sensible a la cobertura negativa sobre sus compañías. No tiene reparos en atacar a periodistas o inversores, siempre seguido por su horda de fans.
Sea como sea, Elon Musk no entrará en la junta directiva de Twitter. “Se vienen distracciones”, escribió Parag Agrawal, después de asegurar que seguirá escuchando los consejos de su mayor accionista.