
Los controladores de la misión CAPSTONE están intentando recuperar el control de la sonda con destino a la Luna, que actualmente está dando tumbos, experimenta problemas de temperatura y no puede usar sus paneles solares para recargar completamente sus baterías.
En una actualización emitida el lunes, Advanced Space lo describió como una “situación operativa dinámica”. La compañía está administrando el proyecto para la NASA. El objetivo del mismo es que un cubesat de 55 libras (25 kilogramos) evalúe una órbita de halo inédita alrededor de la Luna con miras a que sirva de órbita estable a una futura estación espacial en órbita lunar. CAPSTONE, abreviatura de Cislunar Autonomous Positioning System Technology Operations and Navigation Experiment, se lanzó el 28 de junio y se encuentra en medio de un viaje de cuatro meses a la Luna.
Según informa la NASA, el problema comenzó en algún momento durante o después la maniobra de corrección de trayectoria (TCM-3) del pasado día 8 de septiembre. Un fallo desconocido hizo que la Capstone comenzara a girar descontroladamente más allá de lo que los sistemas de corrección eran capaces de compensar.

Se requieren múltiples correcciones de rumbo para mover la sonda hacia su órbita lunar prevista, conocida como órbita de halo casi rectilínea (NRHO), que se supone que CAPSTONE debería alcanzar el próximo 13 de noviembre. CAPSTONE alcanzó su apogeo, su punto más alejado de la Tierra, el pasado 26 de agosto, a una distancia de 951.908 millas (1,53 millones de kilómetros) de nuestro planeta.
Después de la última corrección de rumbo, las estaciones terrestres no pudieron recibir comunicaciones significativas de CAPSTONE, lo que llevó a Advanced Space a declarar una emergencia operativa. Cuando finalmente se restableció el contacto unas 24 horas después, “los controladores de la misión descubrieron que la nave espacial estaba dando vueltas, los sistemas informáticos a bordo se reiniciaban periódicamente y la nave espacial estaba usando más energía de la que generaba a partir de sus paneles solares”, explicó la NASA.
Afortunadamente, los controladores lograron estabilizar la nave espacial empleando la Red de Espacio Profundo de la NASA, un conjunto de antenas de radio gigantes utilizadas para apoyar las misiones de naves espaciales interplanetarias. “La respuesta rápida habilitada por el soporte de Deep Space Network y la agilidad del equipo de Terran Orbital permitieron a los operadores de la misión reconfigurar rápidamente el estado operativo de la nave espacial para estabilizar la situación mientras se podían evaluar planes de recuperación”, explica una actualización de Advanced Space.
Un equipo de recuperación compuesto por expertos de la NASA, Advanced Space, Terran Orbital (el diseñador y fabricante de CAPSTONE) y Stellar Exploration (el proveedor del sistema de propulsión de CAPSTONE) está evaluando ahora mismo los próximos pasos.
Sin Deep Space Network, el equipo “tendría poca o ninguna información sobre el estado de la nave espacial”, añade Advanced Space. Dicho esto, los equipos todavía se ven obstaculizados por información incompleta. La buena noticia es que CAPSTONE se ha colocado en un estado estable. Todavía está dando vueltas y en modo seguro, pero ahora genera más energía de la que usa.
Actualmente, el cubesat gira de tal manera que sus paneles solares se iluminan parcialmente, lo que da como resultado transmisiones débiles de sus antenas de baja ganancia. Es importante destacar que la sonda completó con éxito su tercera maniobra de corrección de trayectoria, lo que significa que todavía está en camino a su órbita de halo especial alrededor de la Luna. El equipo de recuperación tomará una decisión sobre cómo avanzar en los próximos días. Además de diagnosticar la causa de la anomalía, el equipo debe resolver problemas de temperatura no especificados en varios subsistemas, incluido el sistema de propulsión. El equipo también se está preparando para estabilizar el giro de la nave espacial en un esfuerzo por recuperar el control sobre su orientación. Hay buenas razones para creer que este procedimiento funcionará, ya que en julio se realizó una operación similar después de que CAPSTONE se separara de la etapa superior del cohete Electron. Suponiendo que CAPSTONE se pueda sacar de su giro, los controladores orientarán los paneles solares para recargar completamente las baterías de la sonda, lo que permitirá que la misión continúe según lo planeado.
Desgraciadamente, y como señaló sombríamente Advanced Space: “Se desconocen muchos detalles sobre la causa de la anomalía y se continúan analizando los riesgos significativos”. CAPSTONE no está fuera de peligro, pero hay motivos para el optimismo. CAPSTONE es una misión precursora del próximo programa Artemis, en el que la NASA busca un retorno permanente y sostenible al entorno lunar. Para apoyar a las tripulaciones de Artemis, la NASA y sus socios internacionales buscan colocar una estación espacial, llamada Gateway, en la órbita del halo gravitacionalmente estable. Ninguna sonda ha trabajado antes en NHRO, de ahí la importancia de la misión de exploración CAPSTONE.