
Wacom lanzó el año pasado una tableta de dibujo con pantalla, y su precio no te dejará temblando varios meses como viene siendo habitual. Solo eso ya es una novedad muy bienvenida, pero ¿Hasta qué punto es buena esta versión asequible de las Wacom que conocemos. En Gizmodo la hemos probado.
Ahora mismo Wacom tiene solo tres tabletas dotadas de pantalla (algo que muchos artistas consideran imprescindible): la Wacom Cintiq, que se vende en varios tamaños y cuyo modelo más asequible tiene 15,6 pulgadas y cuesta 599 euros. El otro modelo es la Wacom Cintiq Pro, que es una tableta 4K con características ya profesionales cuyo modelo de entrada, también de 16 pulgadas, cuesta 1.499 euros. Decíamos que había un tercer modelo. Se trata de la Wacom Mobile Studio Pro, pero la he querido dejar aparte porque no es exactamente un monitor de dibujo que conectas a un PC, sino un dispositivo todo en uno independiente que hasta puedes llevarte a dibujar al parque y que cuesta una pequeña fortuna (alrededor de 3.000 euros).
Incluso en su gama más baja y para desolación de los artistas que empiezan, las Wacom con pantalla han sido tradicionalmente carísimas. El problema para la compañía no se ha hecho esperar y ha llegado, como suele pasar en estos casos, de China. A poco que busques tabletas de dibujo en Amazon descubrirás un mar de modelos de dos marcas: Huion y XP-Pen. Ambas tienen tabletas gráficas realmente asequibles que en algunos casos rondan las 20 pulgadas por solo 400 euros. La Huion Kamvas Pro 13, sin ir más lejos, cuesta 270 euros, más barato incluso que la Wacom One que tenemos entre manos. Wacom, en definitiva, necesitaba sacar un modelo que fuese asequible para los artistas novatos o con menos posibles, y ese modelo es la Wacom One. Vamos con ella.
Una segunda pantalla para dibujar
La Wacom One es, literalmente, una segunda pantalla que puedes conectar al PC (Windows, Mac OS o Chromebooks), o incluso a Android. La gracia de esto es, obviamente, poder dibujar mirando la pantalla que tienes sobre la mesa, como si fuera el papel sobre el que estás trabajando en lugar de tener que mover el lápiz a ciegas y seguir el cursor en pantalla como se hace con las tabletas convencionales sin pantalla. Su diagonal es de 13,3 pulgadas y su resolución de 1920 x 1080. La resolución FullHD s un pequeño jarro de agua fría si estás acostumbrado a resoluciones superiores, pero es lo que hay. Las tabletas 4K son precisamente las caras.

La pantalla está recubierta de un acabado satinado para evitar reflejos, lo que sin duda es una ventaja sobre las típicas tabletas Android o sobre el iPad. Sin embargo, no es especialmente luminosa y tendrás que jugar con el contraste y la luminosidad (desde el software de Wacom) para alcanzar una visibilidad decente. La ajustes como la ajustes, no recomiendo usarla en escritorios muy iluminados.

Un inconveniente de la pantalla de esta tableta es el espacio de color, que solo llega al 72% de NTSC (no da la cifra de Adobe RGB). No es algo que vaya a suponerte mucho problema si la usas para bocetar, o si la precisión de color no es un inconveniente para ti. Sin embargo, si trabajas en diseño y necesitas colores completamente precisos porque es un requisito de tu trabajo para enviar a imprenta, la Wacom One no te sirve. De todos modos, si te dedicas a eso probablemente eres un profesional y por tanto necesites una tableta profesional como las Cintiq.
Físicamente, la One puede dejarse horizontal sobre la mesa o elevarse 19 grados con la ayuda de dos sólidas patas desplegables. Es una pena que no haya más posiciones intermedias. Bajo una de las patas encontrarás tres puntas de repuesto para el stylus, así como la herramienta para cambiarlas.


La Wacom One no tiene más controles que el botón de encendido, lo cual es raro y un inconveniente si tenemos en cuenta que hasta las tabletas Wacom Intuos Pro (sin pantalla y un poco más baratas) tienen ocho botones físicos que puedes personalizar como quieras con macros o accesos directos del software que utilices.
Aquí la única opción es tener el teclado a mano, algo que puede ser más o menos engorroso según cómo sea el flujo de trabajo de cada artista. La buena noticia es que la Wacom One no es exageradamente grande (35,8 x 22,6 x 1,5cm de grosor) así que puedes tenerla al lado del teclado sin muchos problemas. Un detalle que no me ha gustado es que la pantalla solo reconoce el stylus. De nuevo, las Wacom Intuos Pro son multitáctiles. En otras palabras, funcionan como touchpad si hacemos gestos sobre ellas con varios dedos. Es un truco que ayuda a prescindir completamente del ratón cuando estamos trabajando y con el que aquí no contamos.

La sensibilidad del stylus es de 4092 niveles de presión. No está mal, pero no es ni de lejos la sensibilidad de 8192 niveles que tienen las Cintiq o la Intuos Pro. Si la usas para aplicaciones que no requieran mucha sensibilidad, como software de modelado 3D es probable que ni lo notes, pero no estoy seguro de si un artista con dominio del aerógrafo digital tendrá suficiente con 4092 niveles. Lo que sí responde bien es el ángulo del Stylus, que alcanza los 60 grados de inclinación.
Instalación y software
Las conexiones al PC son únicamente mediante cable. Necesitarás un puerto HDMI (recuerda que esto es como una segunda pantalla) y un USB libres en tu computadora. Del otro lado, el cable se separa para conectarse al adaptador de corriente por USB. La otra punta es el cable USB-C que termina en la tableta y unifica carga, datos táctiles y vídeo. Este último cable, por cierto, se conecta en un ambos sentidos (como buen USB-C), pero solo funciona en uno (con el cable saliendo hacia a la izquierda como ves en las fotos). Al revés puedes hacerlo, pero el PC no recibirá señal de vídeo y te volverás loco hasta descubrir el fallo como me pasó a mí. Si te parece lioso es porque lo es. Sinceramente, me sorprende que las tabletas de dibujo con pantalla (de Wacom y de otras marcas) aún dependan de una maraña de cables como esta para funcionar.

Una vez conectada correctamente, todo lo que tienes que hacer es acceder a la página de drivers de Wacom y descargar los de tu sistema operativo. Los drivers vienen empaquetados en una suite llamada Wacom Desktop Center, que además es la que permite ajustar los parámetros de brillo y contraste de la pantalla, la sensibilidad del lápiz, o calibrar este. También es la única forma de activar el botón derecho en el stylus. Vamos, que es imprescindible.
Nada más instalar Wacom Desktop Center, la aplicación te perseguirá por tierra, mar y aire para que te registres en la página de Wacom. Hacerlo tiene algunas ventajas. Principalmente puedes descargar versiones de prueba de Adobe Creative Cloud (con dos meses de acceso gratuito), la aplicación de dibujo de cómics Clip Studio Paint Pro (con tres meses de acceso gratuito), o la herramienta de creación colaborativa Magma Studios. También puedes instalar gratuitamente Bamboo Paper, que es una estupenda app para tomar notas manuales o hacer bocetos sencillos. Si ya tienes este software o no te interesa puedes pasar completamente del proceso de registro.

Una vez completes la configuración inicial, no usarás Wacom Desktop Center muy a menudo a menos que tengas que recalibrar el stylus. La Wacom One opera como una segunda pantalla (asegúrate de entrar en los ajustes de Windows y duplicar la imagen en ambas porque por defecto Windows la considera un escritorio extendido), así que fuera del entorno de trabajo se comporta como un enorme touchpad. El resto ya es tu software de dibujo o diseño favorito.
En resumen
La Wacom One es una excelente tableta para artistas noveles o intermedios que necesitan (o simplemente prefieren) poder ver lo que dibujan directamente. Sin embargo, si no tienes problema en usar el stylus mirando hacia arriba a la pantalla, mi recomendación sin dudarlo es una Wacom Intuos Pro. Tiene mejor resolución, controles físicos, es multitáctil y puedes conectarla por un único cacle USB o incluso Bluetooth. Hasta es un poco más asequible dependiendo del tamaño que elijas (viene en tres). Para mi gusto es la tableta perfecta para lo que yo más la uso, que es modelar con Blender, aunque quizá los expertos en Photoshop opinen de otro modo.
En cuanto a si Wacom realmente ha logrado ganar el nicho de mercado de las tabletas con pantalla asequibles, es difícil saberlo. Ahora mismo la Wacom One cuesta 319 euros en la web oficial de Wacom (299 en Amazon). Una Huion Kamvas Pro 13, que es la competencia directa, cuesta 270 euros y tiene mejor reproducción de color (85% NTSC y 120% RGB) con 8192 niveles de presión. La XP-Pen Artist 12 Pro ofrece botones de función y hasta controles deslizantes también por 270 euros. Por supuesto, Wacom gana en experiencia, en estabilidad y en compatibilidad, pero ¿por cuánto tiempo?