Imagina que tu coche pudiera detectar con antelación un desnivel en la carretera y adaptar el sistema de suspensión en tiempo real para apenas sentirlo cuando lo atraviesas. Eso es justo lo que ha logrado Mercedes en su último coche de la Clase-S: estabilización automática y en tiempo real.
El vídeo de arriba lo explica a la perfección (en inglés). Básicamente, dos cámaras integradas en el parabrisas "leen" la superficie de la carretera con 15 metros de antelación. Si detectan un desnivel importante, transmiten la información al sistema de suspensión para que este se adapta unos segundos antes. El resultado es que, dentro del coche, se siente mucho menos el salto.
El sistema, que Mercedes llama Magic Body Control, parece bastante preciso: detecta desniveles con una altura de hasta 3 milímetros y a una velocidad de hasta 130 km/h. En el vídeo se puede ver la diferencia entre un coche con este sistema instalado y sin él. Lo malo: de momento solo funciona con desniveles elevados sobre la carretera, pero no con baches o huecos en el asfalto, que es lo más común. Quizás lo veamos muy pronto.
Por cierto, la compañía ha dado con una forma mucho más entretenida para explicar todo esto: pollos. Ha lanzado un anuncio, debajo, que es casi tan bueno, o más, que el estabilizador del coche:
Un aperitivo:
Y el anuncio completo:
[vía MercedesBenz TV]