
Aunque parezca mentira, Creative no tenía en su catálogo auriculares Bluetooth de diadema con cancelación de ruido activa. Digo que parece mentira porque ese tipo de auriculares está muy de moda ahora mismo gracias a modelos como los Sony WH-1000XM5 o los Airpods Max. La respuesta de Creative a esa ausencia son los Zen Hybrid, y son unos auriculares redondos.
La pequeña caja en la que vienen los Zen Hybrid es un poco engañosa porque da la sensación de producto barato en el mal sentido de la palabra. Es una caja pequeña y con pocas concesiones al diseño. Esa simplicidad continua cuando sacas los auriculares de la caja. Los Zen Hybrid no son particularmente vanguardistas en su aspecto externo.

Su diseño es práctico pero recuerda demasiado al de decenas de modelos antes que ellos, desde Sony a Bose pasando por Sennheiser. Eso sí, la primera razón para querer estos audífonos en concreto se hace evidente muy pronto. A diferencia de modelos más recientes de otras marcas, los Zen Hybrid se pliegan hasta quedar reducidos en un amasijo compacto y muy fácil de llevar.
La manera en la que se pliegan y giran tiene otro efecto secundario: son extremadamente adaptables a la cabeza y por tanto cómodos de llevar. Su diseño cubre toda la oreja con unas acogedoras almohadillas de espuma con memoria de forma recubiertas de piel sintética. No aprietan, ni transpiran, aunque probablemente te compriman las gafas si las llevas. No se puede tener todo.

Su diseño no solo asegura cierto nivel de cancelación de ruido pasiva, sino que impide que el sonido se filtre al exterior, por lo que podemos llevarlos en el metro sin temor a que los demás se den cuenta de que nos gusta Bad Bunny. El resto de los Zen Hybrid es plástico dotado de un acabado suave y a prueba de huellas. Todos los botones son físicos, y no hay sofisticados sistemas de control por gestos. La navegación entre canciones se realiza manteniendo pulsados los controles de volumen, por poner un ejemplo. Los controles no son configurables como lo son en otros auriculares.
Calidad de sonido y cancelación de ruido
Los Zen Hybrid están equipados con unos drivers de 40mm diseñados por Creative y capaces de emitir un espectro de frecuencias de entre 20 y 20.000Hz con una sensibilidad de 117Db y una impedancia de 32 Ohmnios. En otras palabras, que puedes conectarlos a cualquier dispositivo sin amplificador y sonarán razonablemente potentes.
En la práctica, el sonido de los Zen Hybrid es excelente. Los auriculares se centran en ofrecer un sonido limpio, cálido y dulce, con un excelente equilibrio que cancela completamente cualquier estridencia en agudos o siseos en los medios. Los graves no son de los que te vuelan la cabeza, pero están muy bien balanceados respecto al resto. La palabra clave aquí es equilibrio.
Aún mejor, el sonido no cambia en absoluto cuando activamos la cancelación. Sí que cambia (mucho y para mal) si conectamos los Zen Hybrid mediante cable. Comprensiblemente, con la conexión física por puerto de audio de 3,5mm se pierden matices y pegada que dependen mucho de los algoritmos, la amplificación, y la batería que los alimenta.

Otro punto donde los Zen Hybrid se quedan cortos es en códecs. Tienen AAC y SBC, pero se echan de menos códecs inalámbricos en alta definición como AptxHD o LDAC. Quizá esto sea algo que eche para atrás a los melómanos irredentos, pero el 90% de la gente que escucha su música a través de Spotify o YouTube Music no notará la diferencia ni necesitará estos Códecs nunca.
Los Zen Hybrid también son compatibles con SXFI, la plataforma de sonido virtual posicional que emula un sistema 7.1 mediante el análisis 3D de las orejas del usuario (no es broma, funciona así). SXFI requiere que instalemos una aplicación específica para crearnos el perfil (si es que no lo tenemos creado ya de otro producto Creative) y gestionarlo. Lo cierto es que suena de maravilla. El problema es que solo es compatible con archivos locales en el dispositivo. Si escuchas música con Spotify no le podrás sacar mucho uso.
En cuanto a la cancelación, debo confesar que es mucho mejor de lo que me esperaba. Gran parte del mérito se lo lleva el estupendo ajuste físico que ya bloquea el ruido exterior incluso con los auriculares apagados. Cuando activamos la cancelación, el sonido se amortigua aún más. Una pulsación doble permite pasar a un modo ambiente, pero en ese modo no logro diferenciar las palabras de alguien con tanta claridad como en los modos ambiente de auriculares de Jabra o Sony. Incluso con este punto no tan fuerte, la cancelación de ruido de los Zen Hybrid funciona tan bien que los hace muy buena elección para gente que escucha música en ambientes ruidosos. Por cierto, los cuatro micrófonos que tiene también se portan muy bien en llamadas de voz.

La guinda a este pastel la pone una autonomía que rinde 27 horas nominales incluso con el sistema ANC activo. No he sido capaz de agotarlos en una sola sesión, así que sospecho que la autonomía real está cerca de la nominal y puedes, en definitiva, usarlos todo el día sin problema. Cuando se agotan, en unas cinco horas ya están cargados otra vez. El Cable USB-C, por cierto, no puede usarse para escuchar. Es solo para carga.
En resumen
Nada en los Zen Hybrid es especialmente glamuroso o rimbombante. Sin embargo, tras dos semanas usándolos no puedo evitar apreciarlos igual que aprecio otros dispositivos que uso a diario por las mismas razones. Los Zen Hybrid se dejan querer. Son sólidos, prácticos, tremendamente usables y baratos. Encima suenan muy bien, y su cancelación de ruido desafía a la de muchos gama alta más caros. Sinceramente, son unos auriculares que no me hubiera extrañado nada ver por 180 o 200 euros. Creative solo pide por ellos 109, así que aprovecha no sea que se arrepientan. Valen cada céntimo que cuestan.