
La NASA no realizará el ensayo general del cohete SLS que tenía previsto hacer este mes de febrero. Este último retraso en la misión Artemis I implica que este gigantesco cohete de 98 metros de altura no surcará los cielos de Florida hasta el mes de abril (como pronto).
El Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA (SLS, por sus siglas en inglés) tendrá que permanecer dentro del Edificio de Ensamblaje de Vehículos del Centro Espacial Kennedy un poco más de tiempo, aunque si tenemos suerte, tampoco será mucho más.
En un comunicado, la NASA ha explicado que espera poder llevar el SLS hasta la plataforma de lanzamiento 39B en marzo, momento en el que los controladores de la misión Artemis podrán realizar un ensayo general del cohete. Suponiendo que todo salga bien, el cohete regresará al hangar para las pruebas finales y luego será conducido hasta la plataforma de lanzamiento, esta vez ya para su lanzamiento definitivo.
Se suponía que este último test tendría lugar a finales de enero pero más tarde se postergó a principios de febrero, aunque los plazos de la NASA no dejan de dilatarse. El retraso más reciente tuvo que ver con un fallo en uno de los controladores de vuelo de los motores RS-25 del cohete, aunque es un problema que aseguran que ya ha sido resulto (pese a que no se ha publicado un informe formal sobre la avería).

Tom Whitmeyer, responsable de desarrollo de sistemas de exploración de la NASA, explicó que los equipos de Artemis están “finalizando todo y preparándose para el lanzamiento”, pero todavía hay “muchas pequeñas tareas que tenemos que completar”, ya que el lanzamiento del SLS está demostrando ser todo un “desafío logístico”, afirmó. El equipo necesita más tiempo para completar estas actividades, ya que los ingenieros “están realizando las pruebas de integración finales entre Orion (la cápsula donde irá la tripulación) y el SLS”. Sería plausible que el lanzamiento se produjese a mediados de marzo, explicaba Whitmeyer, pero no quiso aventurarse a proporcionar una fecha real.
Mike Bolger, director del programa de sistemas terrestres de exploración del Centro Espacial Kennedy, dijo que es crucial que la NASA haga bien este primer lanzamiento, ya que el SLS será el cohete que se utilizará durante los próximos 30 años de exploración espacial. Una vez en el aire, el SLS se convertirá en el cohete más potente del mundo y en un componente clave para las próximas misiones Artemis.
“No se trata de una cosa en concreto”, agregó Whitmeyer, y reiteró que son “muchas cosas diferentes las que debemos ir cerrando”. El próximo gran hito de la misión se producirá con suerte a mediados de marzo. Mike Sarafin, director de la misión Artemis 1, dijo que su equipo está actuando “según lo planeado” y que estará “preparado para comenzar cuando el hardware esté listo”.
Sarafin sugirió dos posibles ventanas de lanzamiento para la misión Artemis 1: del 8 al 23 de abril o del 7 al 21 de mayo, pero advirtió que ambas están sujetas a cambios. Con el lanzamiento inaugural del SLS, los planificadores de la misión tienen que lidiar “con algunas incertidumbres de la primera vez” y también con otras que ya son más que conocidas, como la situación del tiempo atmosférico, lo cual siempre dificulta las predicciones.
El lanzamiento inaugural del SLS ha sido bautizado como la misión Artemis 1, en la que la cápsula Orion (esta vez sin tripulación) recorrerá 450000 km hasta llegar a la Luna y volverá sin llegar a aterrizar sobre la superficie lunar. Esto preparará el escenario para Artemis 2, que será la misma misión pero con tripulación a bordo. Sin embargo, la misión más esperada de todas es Artemis 3, en la cual dos astronautas de la NASA aterrizarán sobre la Luna por primera vez en 50 años (y uno de ellos será la primera mujer en pisar nuestro satélite). La misión Artemis 2 está actualmente programada para mayo de 2024, mientras que Artemis 3 no tendrá lugar antes de 2025. Durante la sesión informativa de hoy, los trabajadores de la NASA no dijeron nada sobre si este último retraso modificaría las fechas de las misiones siguientes.