
La empresa de mensajería DHL presume en su página web de entregar paquetes en 220 países, más de los que reconoce oficialmente la ONU. Eso incluye, por supuesto, Corea del Norte, uno de los territorios más herméticos del mundo.
Como parte de una serie de vídeos, el youtuber MegaLag mandó un sobre a la embajada de Alemania en Corea del Norte con DHL. El sobre contenía un AirTag de Apple, un tipo de localizador que funciona sin conexión a internet ni GPS, enviando balizas a los iPhones cercanos con Bluetooth de baja energía.
Según la ubicación que marcaba el AirTag, el paquete llevaba un mes retenido en el aeropuerto de Fráncfort cuando MegaLag escribió una reclamación en la web de DHL. La compañía abrió una investigación, pero le dijo que podía tardar entre cuatro y ocho semanas, así que MegaLag mandó un segundo AirTag a Corea del Norte, esta vez dirigido a una comisión de cine del gobierno norcoreano en Pionyang.
Mientras tanto, DHL concluyó su “extensa” investigación indicando que el primer paquete se había perdido, pero MegaLag podía ver que el AirTag estaba en sus instalaciones del aeropuerto de Fráncfort, así que les pidió más detalles. Al día siguiente, DHL contestó que el paquete había aparecido y lo envió a Pekín, en China.
El segundo AirTag llegó en un avión de carga a Corea... del Sur. Aparentemente, DHL se había equivocado de Corea, lo que provocó la devolución del segundo paquete a MegaLag. Una etiqueta en el sobre lo confirmaba: “Missent to Korea”. Una segunda etiqueta daba otra pista: “el correo no puede ser entregado por un bloqueo en la ruta postal”.
Volviendo al primer AirTag, este llevaba meses varado en Pekín cuando DHL informó a MegaLag de que el paquete se había perdido, con un email idéntico al anterior. MegaLag sabía que el paquete no se había perdido porque, por un lado, podía ver su ubicación, y por otro, un empleado de atención al cliente le había dicho por teléfono dónde estaba exactamente buscando el número de seguimiento. La propia empresa se contradecía.
MegaLag decidió aceptar un reembolso indicando a DHL que el contenido del paquete era un AirTag de Apple de 35 euros. Al día siguiente, DHL le transfirió 47,89 euros por los gastos de envío y el dispositivo supuestamente perdido.
La conclusión a la que llega el youtuber en su vídeo es que a DHL le sale más barato pagarte sistemáticamente por un paquete perdido que pagar a empleados por buscar el paquete en cuestión y devolverlo. La otra conclusión es que DHL tenía información incorrecta en su web cuando indicaba que podía entregar paquetes en Corea del Norte (el país no acepta paquetes actualmente debido a sus restricciones por el COVID-19).
Para confirmar estas sospechas (y más importante, comprobar a dónde van los paquetes cuando se marcan como perdidos), MegaLag mandó un tercer AirTag a Corea del Norte. Lamentablemente, DHL volvió a enviarlo por error a Corea del Sur.