Entre tanta filantropía y acciones destinadas a la caridad durante la última década, es posible que a muchos se les haya olvidado que Bill Gates sigue haciendo cosas que solo pueden hacer un número limitadísimo de personas. Sin embargo, entre ellas no está comprarse un yate monstruoso que funciona con hidrógeno.
Según comentaba el diario The Telegraph o The Guardian entre muchos otros, la última gran adquisición de la segunda persona más rica del planeta (una fortuna estimada en 96.5 mil millones de dólares) era el Sinot Aqua, un superyate impulsado por hidrógeno con un precio de 644 millones de dólares.

Se trata de una embarcación de 112 metros de largo con hasta cinco cubiertas que albergan espacio para 14 huéspedes y una tripulación de 31 personas. Veamos el vídeo promocional antes de seguir hablando del yate:
Como apreciamos en la pieza visual, Sinot Aqua tiene todos los lujos que uno podría pensar si desembolsa semejante cantidad de dinero. Piscina infinity, salón en la cubierta que se convierte en un cine a oscuras, un spa, gimnasio, salón de belleza, helipuerto o una plataforma de observatorio privado en la proa del yate con una vista casi ilimitada del océano.

Pero cómo decíamos, una de las características destacadas de este yate que estaría listo para 2024 son sus dos motores de 1MW alimentados por dos tanques enormes de hidrógeno que le otorgan una velocidad máxima de 17 nudos. Se trata, por tanto, del primer buque de este tipo totalmente impulsado por hidrógeno.
Muy ecológico, aunque al alcance de menos de ese 2 % de la población a la que se le considera millonaria.

Sea como fuere y como informa hace unos minutos la BBC, único medio en ponerse en contacto con la firma después de que la noticia se hiciera viral, Gates no tiene ningún tipo de relación comercial con Sinot. La firma de yates explicó lo siguiente:
Sinot no tenía relación comercial con Bill Gates. El yate, llamado Aqua, no está vinculado a él ni a ninguno de sus representantes, por tanto, Aqua es un concepto en desarrollo y no se ha vendido a Gates.
Lo cierto es que extrañaba mucho ver a Bill Gates en una embarcación así. [The Telegraph, BBC]