Ha visto Frozen tantas veces que soy incapaz de contarlas. La he visto dormido, la he visto despierto y he escuchado Let it Go hasta el punto de que me sé la letra de memoria. Es lo que tiene tener una niña pequeña en casa. Pese a todo ello, estoy francamente sorprendido con Frozen 2.
El primer teaser tráiler de Frozen 2 mostraba a Elsa intentando cruzar un tormentoso océano con sus poderes de hielo. Luego a Kristoff liderando una manada de renos con... ¿sus poderes de control de los renos? y a Anna desenvainando una espada con la destreza de un ninja de La Mano. No me hubiera sorprendido nada ver a Olaf fumando puros y desenvainando garras de adamantium.
Disney acaba de lanzar el segundo tráiler, y mi sensación de que estoy viendo a los X-Men de alguna dimensión paralela crece por momentos. Monstruos gigantes, poderes de control del agua y el rayo, poderes de control del fuego... O eso o es la versión buena de Avatar: The Last Airbender que Shyamalan enterró en el desierto y se olvidó dónde. Desde luego, con solo dos tráilers ya es mejor película de X-Men de lo que Dark Phoenix será jamás.
Chanzas y puyas aparte, se nota que Disney ha pensado que las niñas pequeñas que vieron Frozen hasta la nausea (la nausea de sus sufridos padres) ahora tienen seis años más y probablemente quieran ver más acción y a heroínas mucho más poderosas y rompedoras que las que conocimos en 2013. Bien por Disney. Es una sabia decisión que augura un nuevo taquillazo monumental para las princesas de Arendelle.
Eso por no mencionar que la película me presentará la canción que escucharé dos millones de veces en 2020. No puedo esperar. Frozen 2 se estrena en noviembre de 2019.