Pocas cosas hay menos sexis que decirle a un amigo o a un ser querido: “Oye, ¿me das un minuto? Tengo que terminar de probar mis velocidades de descarga, y luego podemos salir para la fiesta “. Pero si no estás controlando tu velocidad de Internet semanalmente, es probable que no sepas cuándo existe un problema.
No es probable que notes una diferencia entre velocidades de descarga de 150 Mbps y 80 Mbps cuando navegas por sitios web, viendo YouTube a 1080p, o chateando con amigos, pero si está descargando una gran actualización de Fortnite, ¿por qué conducir por el carril de los lentos?
Los test de velocidad no requieren mucho tiempo ni son difíciles de hacer
A la mayoría de personas les basta con pasar la prueba de velocidad en servicios como Test de velocidad, Speedtest o Fast una vez a la semana, pero hay algunas cosas a tener en cuenta antes de comenzar las pruebas. Para saber si estás obteniendo las velocidades correctas de tu ISP, primero deberás saber qué tienes contratado. Suena a perogrullada, pero mucha gente no lo sabe o no lo recuerda. También ha podido cambiar con el tiempo. Llama a tu compañía para preguntar en caso de duda. Para el propósito de este artículo, supongamos que pagaste un “paquete de velocidades de hasta 150 Mbps”.
Elige tu dispositivo más rápido. Preferiblemente un ordenador de escritorio o un laptop que tenga conexión con cable a su router. También puede valer un dispositivo inalámbrico (como un laptop reciente o un móvil de gama alta), pero solo si tienes un router de conexión inalámbrica para emparejarlo. Si estas usando la conexión Wireless es posible que la prueba no sea muy práctica si estás pagando por velocidades de Internet más rápidas que las que pueden conectarse tus dispositivos.
En un mundo perfecto, tu router haría todas las pruebas por ti. Encontrarás este tipo de configuración en sistemas de red como Google Wifi, que puede medir las velocidades entre tu router y tu ISP y las velocidades entre el router y cualquier dispositivo conectado a él. Otros sistemas de red como Eero, Orbi, y Amplifi también tienen varias pruebas de velocidad integradas directamente en sus aplicaciones. Según el sistema, incluso pueden verificar automáticamente la velocidad de su conexión una vez por día.
¿Qué está ralentizando tu conexión?
El objetivo de todas estas pruebas —y llevarlas a cabo en la conexión más rápida que puedas obtener entre tu router y un dispositivo—es tratar de encontrar cuellos de botella. Si estás pagando por un plan de Internet de 150 Mbps, pero estás utilizando dispositivos inalámbricos más antiguos con un router inalámbrico que da pena, puede que te resulte difícil alcanzar esos 150 Mbps incluso aunque estés sentado en la misma habitación que el router.
Si estás conectado con una conexión gigabit de cable y solo estás viendo 80 Mbps en tu prueba, entonces los problemas pueden ser más variados: quizás te estés conectando a 100 Mbps en lugar de a una velocidad de 1000 Mbps después de todo. Tal vez tu ISP está sufriendo un poco de congestión en ese momento. Tal vez alguien ha pirateado tu sistema y está consumiendo tu conexión al bajarse algo de un gran servidor de BitTorrent. Tal vez el servidor de test esté dando un error, y deberías verificar los resultados en otra página de test de velocidad.
Si nunca obtienes grandes velocidades de descarga de tu ISP, pero les estás pagando una pequeña fortuna por su servicio, esa es otra historia completamente diferente, una que requiere un poco más de esfuerzo. Por ahora, supongamos que todo está bien y que estás recibiendo exactamente lo que pagas ... hasta que tu prueba semanal muestra algún problema.
Qué hacer con todos los datos de tus pruebas
Las pruebas automáticas de tu red pueden confirmarte que te estás conectando a la velocidad más rápida, o dejarte la irritante duda de que algo malo ocurre con tu conexión.
Si has realizado las pruebas y la velocidad de descarga es aproximadamente la misma que la que hay que exigir al plan de que tienes contratado, toma nota mentalmente de lo que normalmente reportan tus pruebas. Luego, prueba tu red de la misma manera una vez a la semana más o menos. Si de repente notas una gran caída en la velocidad, puedes buscar los siguientes problemas:
- ¿Estás viendo las mismas velocidades cuando pruebas desde diferentes dispositivos? (Eso es suponiendo que puedan conectarse a tu router a las velocidades más rápidas que lo que promete el plan de tu proveedor).
- ¿Estás viendo el mismo problema en la velocidad a lo largo del día?
- Si tienes un router y un módem por separado, intenta resetear uno, vuelve a probar y luego reinicia el otro y vuelve a realizar la prueba. ¿Alguna mejora?
- Si tienes un router y un módem por separado, intenta conectar un dispositivo (como tu ordenador de sobremesa) directamente a tu módem y vuelve a probar. Luego vuelve a conectar tu ordenador de sobremesa en su router, y tu router en el módem. Ese firewall de hardware es importante.
- Si llamas a tu proovedor de servicios, ¿qué tipo de velocidades están viendo desde su extremo? (En otras palabras, si esto es un problema tuyo o un problema suyo).
Si tu proovedor es el culpable, échales la bronca y averigua qué pueden hacer para darte el rendimiento de la red que pagas. Si todas estas pistas indican que el problema está de tu lado, comienza la “divertida” tarea de solución de problemas.
Es posible que tengas que reemplazar tu módem o tu router. Tal vez nuevos puntos de acceso inalámbrico alrededor de tu zona estén causando muchas interferencias. Tal vez algo se esté volviendo loco con el puerto Ethernet en su PC. Tal vez una actualización reciente del controlador de tu tarjeta inalámbrica hizo algo extraño. Tu cable Ethernet también podría estar fallando.
Aunque resolver estos problemas no es lo más divertido, al menos sabrás que tienes un problema que quizás no habías descubierto antes. Pocos prestan atención a la velocidad de su conexión a Internet, siempre y cuando funcione lo suficientemente rápido. Al probar las velocidades de tu red de forma periódica, siempre sabrás si estás obteniendo el mejor rendimiento.