
Normalmente, asociamos las nubes en forma de hongo con el arma de destrucción masiva desarrollado por el hombre a través de las explosiones nucleares. Sin embargo, y teniendo en cuenta cuándo aparecieron, lo cierto es que ya existían pinturas genuinas que mostraban estas nubes en 1700. ¿Cómo?
Cuentan los historiadores que el término “nube en forma de hongo” surgió originalmente en 1955 para describir la forma de las nubes que se elevan después de una explosión. Y aunque pueda ser una sorpresa que existan dibujos o representaciones anteriores a esa fecha, los hay, incluyendo uno que describía “un gran hongo de humo, que se eleva lentamente 600-900 metros” durante un ataque a un barco italiano.
Una de esas representaciones (imagen a continuación) aparecía en una pintura del ataque franco-español de 1782 a Gibraltar, mientras que otra, probablemente un fenómeno meteorológico, ya que se produjo sin una explosión previa, se dibujó en 1798 de los cielos sobre Gotha, Alemania (imagen de portada).

Tal y como cuentan en IFLScience:
Las detonaciones nucleares no son la única forma en que aparece una nube con forma de hongo. Las nubes se crean cuando una columna de gas muy caliente, probablemente de una explosión, pero no siempre, se dispara muy rápidamente hacia el cielo. A medida que se enfría, los gases comienzan a girar sobre sí mismos, lo que provoca la forma de hongo. Las nubes en forma de hongo nucleares funcionan más o menos con el mismo principio.
A esta reacción le sigue la parte inferior de la explosión, la cuál, y si es lo suficientemente baja, extrae polvo, escombros y humo desde abajo, creando el tallo de las nubes en forma de hongo, las mismas que tantas veces hemos visto en fotografías de la Segunda Guerra Mundial o tristemente en Hiroshima y Nagasaki. [IFLScience]