Como todavía no sabemos las especificaciones técnicas finales del dispositivo es necesario un poco de escepticismo pero la Switch parece capaz de ejecutarlo todo tanto en la gran pantalla como desconectada de su dock y sobre la marcha. Puede que los gráficos de Zelda no sean los mejores del mundo (tampoco hace falta) pero el juego parece moverse con una fluidez más que decente. Veremos.