
Todos sabemos que los gatos tienen una pincelada de salvajismo que no tienen los perros. En algunos casos es un brochazo más que una pincelada, pero ¿cómo saber si nuestro amigo felino es simplemente un poquito cabrón o tiene algún trastorno más grave? Un equipo de investigadores ha desarrollado un test.
El test se basa en lo que se conoce como modelo triárquico de psicopatía, que es una metodología para detectar rasgos de este tipo en humanos. En este caso el test se ha adaptado para comportamientos más gatunos tras estudiar la relación de 2.042 personas con sus mininos. Las 46 preguntas de las que se compone están separadas en grupos que miden los niveles de comportamiento del animal en función de cinco parámetros: impulsividad, desinhibición, agresividad, animosidad hacia otros animales y animosidad hacia la gente.
Las preguntas tienen respuestas que otorgan de cero a cinco puntos. Al completar todo el test hay que sumar las notas de cada categoría y dividirlas por el número de preguntas. Al final se obtiene lo que denominan una medida CAT-Tri+ que mide los niveles de psicopatía de nuestra adorable mascota.
Las instrucciones del test (disponible en inglés aquí) no explican qué significa la puntuación final, pero examinando el test uno se da cuenta de que la máxima puntuación es 5, así que sacar un 3,2 parece un buen indicador para explicar por qué aquella gata que tenías hace años se comportaba como una discípula de Satán.
En realidad importa poco. Saber que tu gato está como una maniega no será una sorpresa para muchos dueños de gato, y tampoco va a cambiar nuestra actitud hacia ellos. El test de hecho es interesante porque ayuda mucho a compartimentar lo que los seres humanos pensamos sobre los comportamientos de los gatos al separar comportamientos que no tienen por qué ser buenos o malos sino simplemente el producto de miles de años de evolución con el noble objetivo de crear una bestezuela depredadora. En humanos la psicopatía se define por la falta de empatía hacia otros seres humanos y la tendencia a manipular a otros. En gatos esto es muy diferente.
“Es muy probable que todos los gatos manifiesten comportamientos psicopáticos”, explica la psicóloga Rebecca Evans, de la Universidad de Liverpool y una de las autoras del estudio. “Tienen esos comportamientos porque de hecho esa manera de ser probablemente hayan ayudado a sus ancestros a acceder a recursos como el alimento, el territorio o las oportunidades de reproducción”.
El test también sirve para analizar la relación de los gatos con sus dueños. Un gato que puntúa alto en desinhibición y animosidad hacia otros animales probablemente tiene una relación más estrecha con su dueño, mientras que un gato agresivo e impulsivo a menudo indica mala relación con sus compañeros humanos. [Science Direct vía Science Alert]