
Nos guste o no, ahora vivimos en un mundo en el que tendremos que convivir con Airtags, seamos usuarios de Apple o no. ¿Qué ocurre si alguien nos deja un objeto con una de estas etiquetas electrónicas? Peor aún, ¿Cómo proceder si nos encontramos uno de estos dispositivos de rastreo y no sabemos su origen?
La idea no es tan descabellada. Aunque Apple ha integrado un sistema para prevenir el uso indebido de AirTags, lo cierto es que ese sistema no es especialmente sólido. Si tienes un dispositivo iOS, este detectará las AirTags que tengas cerca, pero solo si tienes actualizado el sistema operativo a la versión 14.5 de IOS. Los dispositivos compatibles con esta versión son:
- iPhone 6E o posterior
- iPhone SE de primera o segunda generación.
- iPod Touch de séptima generación.
- iPad Pro de 11 pulgadas ( primera y segunda generación).
- iPad Pro de 12,9 pulgadas (primera a cuarta generación).
- iPad de quinta, sexta o séptima generación.
- iPad Mini de cuarta o quinta generación.
- iPad Air de segunda o tercera generación.
Incluso así, y como han podido comprobar nuestros compañeros de Gizmodo en su análisis de las AirTags, el dispositivo tarda bastante en enviarte un aviso de que tienes una etiqueta desconocida en tus pertenencias.
El asunto es aún peor si eres usuario de Android. Si la etiqueta no tiene manera de comunicarse con un dispositivo iOS cercano comenzará a emitir un pitido para alertar de su presencia, pero esa alerta no comenzará a funcionar hasta pasados tres días de alejarse del dispositivo desde el que fue configurada. En ese tiempo cualquiera puede rastrear sin permiso a otra persona y esta no se enteraría de nada.

En cualquiera de los dos casos, no hay una opción para desactivar la etiqueta. Desde iOS podemos hacer que pite para encontrarla o desactivar los avisos de que la llevamos encima. Desde Android ni eso. Si quieres saber a quién pertenece el AirTag perdido puedes intentar averiguarlo acercando un teléfono con NFC, en cuyo caso se mostrará una página web con el nombre de la persona y un número de teléfono, pero esto solo funciona si el dueño de la etiqueta la ha marcado como perdida.
La mejor solución para desactivar un AirTag de procedencia desconocida o sospechosa es simplemente apagarlo. Parta ello hay que quitarle la batería, y ni siquiera esto es intuitivo. Hay que pulsar hacia abajo la parte posterior y girar en el sentido de las agujas del reloj sin dejar de apretar. Una vez abierto solo hay que retirar la pila.