Los youtubers Heather y Mike Martin de DaddyOFive han perdido la custodia de dos de sus hijos tras convertirse en los padres más odiados de Internet. En su canal abusaban de los niños con bromas cada vez más pesadas. El caso llegó a los tribunales y ahora Cody (9) y Emma (11) están con su madre biológica.
Todos los vídeos de DaddyOFive han sido eliminados, pero basta con echar un vistazo a esta captura para entender de qué iba la cosa: “Cartas de Pokémon al microondas”, “A Ryan le llueven huevos”, “Jake encuentra caca en su cama”, “Papá destruye la DS de su hijo”. Los Martin subían contenido casi a diario desde hacía un año; llegaron a tener cerca de un millón de suscriptores.
Los cinco hijos —Jake, Ryan, Alex, Emma y Cody— tienen ahora entre 9 y 17 años. Emma y Cody son de un matrimonio anterior del padre. Cody, el más pequeño, suele ser la víctima de las bromas más pesadas. En un vídeo, Mike entra en la habitación del niño mientras este juega a la Xbox, le borra la partida y destroza a martillazos la consola; después vuelve a la habitación con una Xbox nueva, pero Cody —traumatizado— se niega aceptarla. En otro vídeo, Heather y Mike derraman tinta invisible en una alfombra y acusan a gritos al pequeño Cody del manchurrón; el niño llora de la impotencia. En un tercer vídeo, Mike insta a otro de sus hijos varones a dar una bofetada a su hermana Emma; “no es una mujer, es tu hermana y eso no cuenta”, le dice; el chico obedece.
La creciente fama de DaddyOFive expuso a los Martin a la polémica. A mediados de abril, la estrella de YouTube Philip DeFranco grabó un vídeo de denuncia que ha sido visto cerca de cuatro millones de veces. “Wow... Tenemos que hablar de esto” se titula el vídeo, que acaba convirtiéndose en una acusación de maltrato infantil. Heather y Mike respondieron con otro vídeo (ahora borrado) en el que calificaban las acusaciones de maltrato como una campaña de desprestigio.
El Wall Street Journal saltó a la palestra poco después con un artículo sobre el tema y los Martin se convirtieron en los padres más odiados de Internet, aunque asegurasen que las reacciones de sus hijos eran fingidas como parte de una gran broma. DaddyOFive acabó borrando todos sus vídeos, pero varios usuarios de YouTube subieron recopilaciones para demostrar que el abuso era real. En muchos de estos vídeos los niños aparecen con golpes o muestran una expresión de miedo que difícilmente podría ser actuada.
Los vídeos fueron argumento suficiente ante el juez para quitarles la custodia de Cody y Emma. Desde el viernes pasado viven con su madre biológica, que encontró en la reciente polémica —y en una campaña de crowdfunding apoyada por la comunidad de usuarios de YouTube— una forma inesperada de costearse el juicio y recuperar a sus hijos. “Ahora están conmigo, están bien y van a volver a jugar como todos los niños”, afirmó la madre en un vídeo. Según una declaración de su abogado, los niños se encuentran “desprogramándose”.
En el único vídeo que queda ahora en el canal de DaddyOFive, Heather y Mike aparecen al borde de las lágrimas disculpándose por los errores que la fama les llevó a cometer. Aun así aseguran que todo era simulado, y que detrás de cámara los niños eran “normales y felices”.
Lo que empezó como un entretenimiento familiar adquirió vida propia. Antes de darnos cuenta, fuimos atrapados por la popularidad de nuestra familia, lo que nos llevó a tomar algunas malas decisiones. Al reflexionar, nos damos cuenta de que cometimos errores que causaron cierto dolor a nuestra familia. Ofrecemos nuestra más humilde y sincera disculpa a aquellos a quienes hemos ofendido e impactado negativamente, particularmente a nuestros maravillosos hijos. Nuestros hijos están a salvo. Detrás de cámara y fuera del personaje son niños normales, felices, que practican deporte y les encanta estar con su familia y amigos. Gracias por vuestra comprensión mientras pasamos por este momento difícil.
[The Washington Post vía El Mundo]