Imagen del anillo para pagar Rikki en su soporte de madera de olivo.Foto: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Dicen que las mejores tecnologías son esas que se integran en tu vida cotidiana de una manera tan fluida que en poco tiempo olvidas cómo era que hacías antes de tenerlas. Rikki es un excelente ejemplo de ello. Se trata de un anillo inteligente con el que puedes pagar usando tus tarjetas bancarias, pero sin tener que llevarlas encima.
La idea detrás de Rikki es sencilla. Se trata de un anillo que oculta en su interior un chip que se enlaza a tus tarjetas bancarias para que puedas pagar con ellas en cualquier terminal que admita pagos sin contacto. A menudo las ideas sencillas son las más difíciles de ejecutar. La joven compañía con sede en Barcelona que ofrece el anillo ha estado tres años trabajando con soluciones de VISA y Mastercard para cumplir todas las certificaciones de seguridad electrónica que exigen ambos gigantes de los pagos electrónicos.
Aunque no lo especifiques en la compra, el anillo llega ya envuelto para regalo en un paquete realmente bonito.Foto: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Al abrir el paquete, el anillo viene protegido de esta forma e incluye su propia base de madera de olivo.Foto: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
El anillo en sí está confeccionado en cerámica de alta resistencia (lo que además lo hace hipoalergénico), y con un acabado brillante disponible en colores negro metalizado, blanco perla, azul y rosa al cierre de esta review. Una pequeña marca circular mate apenas visible parece indicar el punto en el que está insertado el chip, pero realmente no es necesario acercar ese punto de forma específica al datáfono para que funcione. En la cara interior del anillo están grabados los logos de Rikki y de Mastercard.
En el interior del anillo se pueden ver los logotipos de Rikki.io y Mastercard.Foto: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
El anillo Rikki es sumergible hasta 50 metros de profundidad. También resiste el polvo y la suciedad, y hasta soporta temperaturas de 90º Celsius durante media hora. No tiene partes móviles, y salvo por la marca circular, se diría que está hecho en una sola pieza. La mejor parte, sin embargo, es que para funcionar no necesita de baterías de ningún tipo ni conexión a ninguno de nuestros dispositivos.
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Cómo funciona
Cómo funciona
Antes de comprar el anillo Rikki debes medirte bien el dedo donde vayas a llevarlo(como con cualquier otro anillo).Foto: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Cuando compras un anillo Rikki tienes que crear una cuenta en Curve. Rikki no tiene app propia, laidea es que la gente use las cuentas bancarias que ya tiene, pero mientras gestionan eso con cada banco se han aliado con Curve, que es una compañía británica que proporciona tarjetas bancarias virtuales a las que puedes asociar tus tarjetas bancarias de siempre mediante una app disponible para iOS y Android. La tarjeta básica cuesta 5 euros en un pago único y no requiere de más suscripciones.
Rikki utiliza tecnología de tokenizacion, certificada con Visa y MasterCard. Esta tecnología le permite convertir los datos de la tarjeta virtual en un token y grabar este token en el anillo. En otras palabras, Curve emite la tarjeta virtual, Rikki la convierte en un token y la graba en el anillo.
Lo de contratar una tarjeta para asociarla a otra suena un poco absurdo, pero hay escenarios en los que tiene su utilidad. Para empezar permite pagar sin tener que revelar nunca los datos de tu tarjeta real, y en caso de problemas puedes bloquear la tarjeta Curve tú mismo desde la app. Otra ventaja es que desde la app puedes asociar varias tarjetas a una misma tarjeta maestra Curve, y seleccionar en cada momento a cuál de ellas quieres que vaya el cargo. Esto último es útil, por ejemplo, si tienes tarjetas diferentes para débito y crédito, y encima usas frecuentemente una tercera tarjeta que tu empresa te proporciona para gastos de trabajo. Con Curve solo tienes que llevar una tarjeta encima o, en este caso, el anillo Rikki.
El logotipo de Mastercard, visible en el interior.Foto: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Una vez registrado en la app hay que crear una tarjeta Curve maestra, y remitir los datos de esa tarjeta a Rikki para que los integre en el anillo (esta operación se hace normalmente antes de la compra). También hay que elegir un PIN específico para la tarjeta Curve (en este caso para el anillo). Solventados estos pasos ya solo hay que agregar las tarjetas bancarias que queramos usar a esa tarjeta maestra mediante la app de Curve.
Pagar con el anillo es tan fácil como acercarlo un par de segundos a cualquier terminal de pago sin contacto. El chip que lleva dentro es el de una Mastercard débito, así que básicamente es compatible con todos los datáfonos del mundo siempre y cuando funcionen con tarjetas contactless y soporten Mastercard. En pagos superiores a 50 euros hay que teclear en el datáfono el pin que elegimos al registrar el anillo. Si el importe es inferior no hace falta hacer nada más. También es posible sacar dinero de cajeros automáticos en los que haya bandeja para tarjetas sin contacto. En este caso se pueden sacar hasta 150 euros al mes sin comisión. A partir de ahí cada banco puede cobrar las comisiones que tenga estipuladas.
Todos los gastos que hagamos con el anillo aparecen registrados con pelos y señales en la app de Curve. Rikki y la terjeta Mastercard básica que lleva debajo no ofrecen crédito por sí mismos. Los pagos se cobran directamente de la tarjeta que tengamos asociada (que sí que puede ser de crédito). Hay que tener en cuenta que los cargos procedentes de las compras con el anillo (todos comienzan por las siglas CRV) podrían tardar unos días en aparecer reflejados en nuestra cuenta corriente o de crédito. Esa ha sido, al menos, mi experiencia, pero desde Curve han comentado a Gizmodo que esta demora es algo muy poco habitual, y que normalmente los pagos se aplican directamente (o aparecen como retenidos) en el momento. Quizá sea diferente con otros bancos.
Curve también ofrece algunas opciones interesantes, como una función “anti-vergüenza” que permite que el anillo aplique automáticamente otra tarjeta si detecta que nos hemos quedado sin saldo en la principal. También ofrece un programa de puntos que bonifica el realizar compras con el anillo.
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Ventajas y desventajas
Ventajas y desventajas
Foto: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Ventajas
El anillo no necesita energía para funcionar, ni tienes que llevar el móvil encima. Eso lo hace ideal para poder llevar dinero en lugares donde normalmente no quieres llevar la cartera, como la playa.
Es una forma extremadamente disimulada de llevar dinero encima. El anillo en sí es discreto y no parece especialmente valioso.
El anillo no revela el número de tarjeta ni sus otros datos (nombre, caducidad o número de seguridad, así que es simplemente imposible de clonar al descuido como ocurre en establecimientos poco fiables de algunos países.
El chip que lleva el anillo es un chip cifrado de seguridad bancaria desarrollado por desarrollado por Europay, Mastercard, Visa (el famoso estándar EMV). En otras palabras. Usar el anillo es tan seguro como usar una tarjeta real.
Rikki.io funciona en cualquier país del mundo siempre que el terminal de la tienda sea compatible con tarjetas Mastercard Contactless.
Desventajas
Es un anillo que se compra por Internet, así que tienes que tener mucho cuidado al escoger la talla. Rikki da dos semanas para cambiarlo en caso de que no te valga, pero es un pequeño inconveniente adicional típico de cualquier anillo.
Para poder usar Rikki es necesario tener una cuenta corriente europea y ser residente en la Comunidad Europea. Esto se debe a regulaciones del Banco Central Europeo. No podrás, por ejemplo, asociarlo a una tarjeta estadounidense o latinoamericana.
El nivel de seguridad del Rikki es elevado. Eso es bueno, pero se traduce en un proceso de compra y activación del anillo un tanto engorroso. Curve, por ejemplo, requiere dar todos tus datos y hasta subir una foto de tu DNI a sus servidores para identificarte. Este es un paso solicitado en virtud de la regulación del Banco Europeo para prevenir el blanqueo de capital y la financiación de actividades ilícitas como el terrorismo.
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Rikki.io: veredicto y conclusiones
Rikki.io: veredicto y conclusiones
Foto: Carlos Zahumenszky / Gizmodo
Cómo apuntaba al comienzo de este artículo, la simplicidad de Rikki.io es su mayor atractivo. El proceso de configuración es un poco engorroso, pero una vez lo dejas funcionando, usarlo es una auténtica gozada. En mis pruebas (realizadas todas en Alemania) no he encontrado ninguna tienda que rechazara el anillo. Eso sí, cuenta con que muchas personas se te van a quedar mirando al pagar con cara de: -¡Espera! ¿Qué acaba de pasar?-.
El anillo Rikki.io es fantástico en escenarios en los que no quieres llevar la cartera encima, como cuando sales a hacer ejercicio, en la playa, o dando un paseo mientras haces turismo en otra ciudad. Probablemente lo más parecido a tener un anillo mágico que vas a experimentar. Eso sí, la magia depende de lo que aguante tu cuenta corriente.