
A principios de esta semana, el nuevo jefe de la agencia espacial rusa amenazó con abandonar la ISS después de 2024, pero nuevas declaraciones enviadas a la NASA sugieren que el país no abandonará la estación espacial hasta al menos 2028.
En medio de las tensiones geopolíticas en curso entre los países que trabajan en la Estación Espacial Internacional, Rusia está haciendo todo lo posible para mostrar su músculo. El martes, el recién nombrado jefe de Roscosmos, Yury Borisov, le dijo al presidente Vladimir Putin que Rusia planea abandonar la ISS en algún momento impreciso “después de 2024”. Sin embargo, funcionarios de la NASA confirmaron ayer a Reuters que Rusia se ha retractado y ofrecido un plazo realista y razonable, y que el país tiene la intención de mantener a sus cosmonautas a bordo de la estación hasta 2028.
“No hemos recibido ninguna indicación a ningún nivel de trabajo de que algo haya cambiado”, dijo Kathy Lueders, Administradora Asociada de Operaciones Espaciales de la NASA, en una entrevista con Reuters.
Esta hoja de ruta aclarada no sorprende a prácticamente nadie. Con la invasión en curso de Ucrania y el control cada vez más estricto de las sanciones occidentales, Rusia está mal posicionada para comprometerse con la construcción de un nuevo laboratorio orbital. Aun así, no se espera que la Estación Espacial Orbital Rusa, conocida como ROSS, esté lista hasta 2028.
En una entrevista reciente con Roscosmos, Vladimir Solovyov, director de vuelo del segmento ruso de la estación espacial, dijo que los cosmonautas rusos deben permanecer a bordo de la ISS hasta que ROSS esté operativo. Solovyov dijo que Rusia necesita “continuar operando la ISS hasta que creemos algo más o menos tangible para ROSS”, y Rusia “debe tener en cuenta que si detenemos los vuelos [tripulados] durante varios años, entonces será muy difícil restaurar lo que se ha logrado”.
De hecho, la visión de los cosmonautas rusos saliendo de la ISS, pero sin ningún otro lugar a donde ir en la órbita baja terrestre, habría supuesto una óptica sumamente mala para el Kremlin.
El aparente compromiso de Rusia de dejar la ISS en favor de su propia estación espacial marcará el final de una asociación de trabajo de 24 años entre la NASA y Roscosmos en este proyecto. No se conoce ningún acuerdo formal entre la NASA y Roscosmos que mantenga a Rusia a bordo de la ISS más allá de 2024, pero una reunión de socios de la estación el viernes probablemente discutirá la extensión de la presencia de todas las naciones en la ISS hasta 2030, según Reuters. Sin embargo, vale la pena señalar que la ISS no existirá mucho más tiempo después de la salida planificada de Rusia, ya que la NASA y sus socios de la estación planean estrellarla contra el Océano Pacífico solo dos años después, en 2030.
El historial de mal comportamiento de Rusia en su colaboración con otras naciones que realizan actividades espaciales ha visto algunos incidentes recientes dignos de mención. En particular, el exdirector de Roscosmos, Dmitri Rogozin, amenazó con retener el acceso al nuevo brazo robótico de Europa a bordo de la ISS en una feroz diatriba en Telegram. La amenaza se emitió en respuesta a la retirada de la ESA de una misión colaborativa a Marte en protesta por la actual invasión de Ucrania por parte del país. Afortunadamente prevalecieron las cabezas frías y una caminata espacial para instalar el brazo prosiguió según lo planeado.