
En un área del Océano Atlántico, allí es donde ha caído un gigantesco segmento de un cohete chino esta semana. La pieza representa el descenso descontrolado más significativo en décadas de desechos espaciales hechos por el hombre.
Y el origen se llama Long March 5B (CZ-5B), el cohete chino que se lanzó el pasado 5 de mayo, pasó varios días en órbita como parte de su misión, para finalmente regresar a la atmósfera de la Tierra y caer en el océano de la costa oeste de Mauritania en el noroeste de África.
Así lo ha confirmado hace unas horas una unidad de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, quienes han enfatizado el tamaño y enorme masa del objeto impactado. Según explicaba el astrónomo Jonathan McDowell del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica:
Con 17.8 toneladas, es el objeto más grande realizando una reentrada descontrolada desde el Salyut-7 de 39 toneladas en 1991, a menos que cuentes el OV-102 Columbia en 2003.
El hecho de que la pieza no haya sido controlada en su caída no significa que estuviera planificada. Más bien todo lo contrario, de otro modo, ese descenso podría haber sido peligroso. Con todo, se trata de un evento inusual por las características del objeto. Según McDowell:
Para un objeto grande como este, piezas densas como partes de los motores de cohetes podrían sobrevivir al reingreso y estrellarse contra la Tierra. Pero una vez que alcanzan la atmósfera inferior, viajan con relativa lentitud, por lo que el peor de los casos es que puedan sacar a alguien de una casa.
El CZ-5B se lanzó para transportar una nave espacial prototipo experimental a la órbita. [Science Alert, CNN]