
Cuando Sega Sammy anunció que estaba vendiendo su negocio de arcade, la compañía de juegos con sede en Tokio también anunció que estaba pidiendo a 650 empleados que se jubilaran voluntariamente. Con el impacto de covid-19 en el negocio, Sega espera lo que llama “una pérdida extraordinaria” durante el año financiero actual.
Sega Sammy Holdings se formó después de que Sega y Sammy se fusionaran en 2004.
Según la compañía, la pandemia global ha “afectado significativamente” el mercado, por lo que la compañía está vendiendo su negocio de juegos.
“Sin embargo”, prosiguió Sega Sammy en un comunicado oficial, “para poder recuperar ganancias en una etapa temprana y lograr un crecimiento sustentable en el futuro, consideramos que es necesario promover la reducción de costes centrada en los gastos fijos y construir un sistema aún más eficiente y hemos decidido solicitar la jubilación voluntaria de los empleados”.
Sega Sammy está pidiendo a 650 empleados a tiempo completo que se jubilen voluntariamente, dando a todos aquellos que elijan hacerlo “el pago de asignaciones extraordinarias de jubilación y apoyo de reempleo para los solicitantes”.
Es más, Sega Sammy está recortando los salarios de sus ejecutivos. El Director Representante de la compañía está recibiendo un recorte de salario mensual del 30 por ciento, mientras que el Vicepresidente Ejecutivo Senior está bajando un 20 por ciento, y el Vicepresidente Senior está viendo un 10 por ciento de su salario mensual. Entre las empresas del grupo Sega Sammy, también habrá recortes salariales para la alta dirección. Sega Sammy tampoco pagará bonificaciones por desempeño a los directores de la empresa en función del pronóstico financiero de este año.
Según Sega Sammy, la compañía espera registrar alrededor de 10 mil millones de yenes (96.6 millones de dólares) en pérdidas durante el año financiero que termina el próximo marzo.