Watchmen es una nueva serie de HBO, creada por Damon Lindelof, mismo responsable de series como The Leftovers y uno de los creadores de Lost. Esta serie es una especie de continuación de una historia que comenzó en un cómic hace más de 30 años, y que si no has leído (o al menos has visto la película), es probable que tengas muchas preguntas acerca de lo que está sucediendo en el pueblo de Tulsa, Estados Unidos.
A continuación, encontrarás todo lo que necesitas saber para ver una de las series del momento. Sin embargo, no puedo dejar de recomendar que si te interesa esta serie, es una buena idea leer el cómic original o, al menos, ver la película que Zack Snyder dirigió en el 2009, aunque el final del film es distinto al del cómic, y la serie se desarrolla como una secuela y reimaginación de los acontecimientos de la historia original de Watchmen.
Prometo que todo esto tendrá sentido al terminar de leer este artículo.
El origen de Watchmen
Watchmen es una de las obras maestras de Alan Moore, el mismo padre de historias como From Hell, V for Vendetta y Batman: The Killing Joke, entre tantas otros. Moore escribió Watchmen, pero los dibujos y colores estuvieron bajo la responsabilidad de Dave Gibbons y John Higgins, respectivamente.
A primera vista, Watchmen pareciera ser una historia de superhéroes, como tantas otras que hemos conocido en décadas de cómics. Sin embargo, es mucho más que eso: se trata de una obra que buscó retratar la tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría, la ambición y crueldad del ser humano, la moral y cómo podemos dejar de lado la ética e incluso la vergüenza ante lo que creemos que es lo correcto, la justicia por sus propias manos, el sexismo, la brutalidad y lo perversos y egocéntricos que pueden llegar a ser los políticos, entre otras cosas.
También es una historia acerca del poder, y lo que representa “tener” ese poder.
En general, Watchmen es una crítica sociopolítica de sus autores, pintada como una historia de superhéroes, o mejor dicho, de cómo sería si los superhéroes realmente habitaran un mundo realista y creíble. Y por eso, la serie que continúa su historia, también quiere hacer críticas sociales y políticas, pero más acorde a nuestros tiempos. Y aunque la serie se desarrolla en el mismo universo del cómic, en realidad la diferencia más importante y relevante para la historia con la película se encuentra en su final.
Los Minutemen

La historia de Watchmen (la obra original) comienza en la década de 1940, época en la que un grupo de personas enmascaradas se une para crear un grupo de justicieros conocidos como “los Minutemen”, compuesto por el Capitán Metrópolis, Silk Spectre (Espectro de Seda, en español), Hooded Justice, Nite Owl (Búho Nocturno, en español), Silhouette, Dollar Bill, Mothman (el Hombre Polilla) y El Comediante.
Este grupo se dedicó a combatir el crimen antes y después de la Segunda Guerra Mundial, pero años más tarde (y tras atrapar a muchos supervillanos), el grupo comenzó a perder sus miembros, comenzando por la salida del Comediante, tras intentar violar a Espectro de Seda, algo que afortunadamente no pudo lograr.
Poco tiempo después, en 1949, la organización justiciera se separó. Uno de ellos murió, otro terminó en un manicomio y otros siguieron combatiendo al crimen menor durante algunos años más, al menos hasta que apareció una persona que lo cambió todo. Alguien que realmente poseía habilidades extraordinarias, alguien más que un superhéroe. De hecho, alguien que fácilmente podría ser un dios.
Ese alguien se llamaba Jon Osterman, pero el mundo lo conoció como Doctor Manhattan, y según Hollis Mason, el verdadero nombre del Búho Nocturno, su presencia marcó un antes y un después para los Minutemen. Tras Manhattan, ya era hora de que todos estos justicieros se retiraran.
El hombre atómico

El Doctor Jonathan Osterman nació en Alemania en 1929, hijo de una mujer judía y de un relojero que quería que siguiera sus pasos al crecer. Cuando tenía apenas 10 años abandonan Alemania ante el miedo de que su madre fuera víctima de los nazis, y años más tarde se especializa en física atómica. En el año 1959 comienza a trabajar con experimentos que estudia los llamados “campos intrínsecos” de los objetos físicos, que al interferir estos campos los unos con los otros, resulta en la desintegración de los objetos en átomos individuales.
A sus 30 años, cuando se encontraba trabajando con sus colegas físicos, incluyendo la mujer que amaba, Janey Slater, se da cuenta que ha dejado olvidado su reloj en el laboratorio que se encuentra dentro de la cámara de experimentos. Al entrar a buscarlo, la compuerta se cierra y se activa un experimento que no puede ser detenido. Pocos segundos después Janey huye de la habitación al no poder ver lo que inevitablemente sucedería: el cuerpo de Jon es desintegrado por completo.
Sin embargo, esto lo que marcó fue el comienzo de la transformación de Osterman. En los próximos después de su desaparición (y muerte oficial), comenzaron a suceder cosas extrañas en el laboratorio. Visiones de seres fantasmagóricos, gritos, sonidos. Todo eso era el lento proceso de reestructuración de Jon, hasta que a unos tres meses del accidente, vuelve a aparecer como un hombre musculoso, lampiño y desnudo de color azul.
Las autoridades de la nación lo declaran un milagro, en especial por las habilidades que posee, que incluyen nada menos que el control absoluto de la materia y la cuántica, la manipulación del tiempo y el espacio, su omnisciencia que le ofrece una sabiduría absoluta, la posibilidad de ver su pasado, presente y futuro al mismo tiempo, la posibilidad de teletransportarse, su inmortalidad y la posibilidad de crear vida.
Es bautizado como Doctor Manhattan, como un guiño al proyecto que dio vida a la bomba atómica, y básicamente es casi una deidad, y ante los ojos del gobierno estadounidense, el arma más poderosa del mundo.
¿Quién vigila a los Vigilantes?

En el año 1966 nace un segundo grupo de justicieros, fundado por uno de los miembros de los Minutemen, el Capitán Metrópolis, quien recruta a su excolega, el Comediante, a Espectro de Seda II (hija de la Espectro de Seda original), cuyo nombre real es Laurie Juspeczyk, a Daniel Dreiberg, quien adopta la identidad del Búho Nocturno II, al misterioso y violento Rorschach, cuyo nombre real es Walter Kovacs, y a Adrian Veidt, mejor conocido como Ozymandias, quien es considerado como el hombre más inteligente del mundo. Por ultimo, el Doctor Manhattan también se une al grupo.
El nombre con el que se da a conocer esta segunda generación de héroes es “Crimebusters”, y el motivo por el que se unen es debido al miedo de que estuviera formándose nuevamente un sindicato del crimen compuesto por supervillanos. Ahora, con el hombre–dios azul a su lado, serían verdaderos superhéroes invencibles.
El grupo permaneció unido durante casi 11 años, incluso tras la muerte de su fundador, Metrópolis, en el año 1974. Manhattan solía “patrullar” junto a Espectro de Seda II, y terminaron enamorándose (aunque el buen Doctor cada vez perdía más su capacidad de sentir emociones y se distanciaba de su humanidad), y Rorschach solía hacer equipo junto a Búho Nocturno II. Pero tras unas manifestaciones y protestas en contra de los enmascarados y de la policía, en la que el Comediante se puso extremadamente violento contra los civiles, el gobierno aprobó una ley que prohíbe la existencia de justicieros enmascarados. Una ley que continúa vigente para el momento de la serie.

A partir de entonces, los justicieros se retiran, con la excepción de dos de ellos: el Comediante, que trabaja como un agente especial para el gobierno (haciendo el trabajo sucio que haga falta), y Manhattan, que técnicamente trabaja para el gobierno, aunque más bien lo que las autoridades quieren es mantenerlo contento y como un as bajo la manga ante la amenaza de otros países. Laurie, la ex–Espectro de Seda, continúa con su relación amorosa con el hombre–dios azul. Rorschach, por su parte, se niega a abandonar la vida de justiciero, mientras que Veidt forma su propio imperio de negocios basado, principalmente, en vender figuras de acción del equipo de superhéroes.
Todo esto ocurre antes de los acontecimientos del cómic (y de la película), el cual comienza justamente cuando ocurre un asesinato.
Calamares gigantes: El final de la película versus el final de los cómics
En el año 1985, Nixon aún es presidente de Estados Unidos, y el país ganó la guerra de Vietnam (gracias a la ayuda del Doctor Manhattan, por petición del presidente). La historia comienza cuando ocurre el asesinato de Edward Blake, un hombre mayor que se encontraba solo en su apartamento (y muy armado). Poco después descubrimos que es el Comediante, y esto es el comienzo de una serie de sucesos que cambiará al planeta Tierra para siempre.
Rorschach se dedica a investigar el asesinato del Comediante, y se le ocurre una teoría en la que existe un asesino que está intentando matar a los que alguna vez fueron superhéroes, por lo que advierte a Dreiberg (el Búho), Veidt (Ozymandias) y a Manhattan junto con Laurie (Espectro de Seda). Todos, básicamente, lo ignoran. Pero poco después, alguien intenta asesinar a Veidt, lo que hace que al menos Dreiberg le crea a Rorschach.
Manhattan es acusado de ocasionarle cáncer a las personas que lo rodean, lo que lo hace irse a Marte, obstinado de la humanidad. Su desaparición ocasiona que incremente la tensión entre la Unión Soviética y Estados Unidos, lo que podría generar una tercera guerra mundial. Rorschach es incriminado y termina en la cárcel, y tanto el Búho como Espectro de Seda se unen para volver a combatir el crimen, una vez más. La investigación de Rorschach y el resto los lleva a descubrir que la persona que está detrás de toda la conspiración es Veidt, Ozymandias, quien parece tener un plan macabro que resultará en la muerte de cientos de miles, o millones de personas.
Todo eso, por un supuesto bien mayor: salvar a la humanidad.

¿Quién vigila a los vigilantes? ¿Es correcto sacrificar a miles o millones para salvar miles de millones? Esa es justo la pregunta que parece haberse hecho Adrian Veidt, y su respuesta es sí, por lo que ideó un plan con el que evitaría que se llevara a cabo la Tercera Guerra Mundial, uniendo al planeta entero contra un mal común.
Pero ese mal común es distinto en la película y en el cómic. En el film de 2009, dirigido por Zack Snyder, Veidt replica parte del poder del Doctor Manhattan engañándolo para que lo ayude a crear un reactor de energía con el que prometía solucionar la crisis energética del mundo antes de que sucediera, y acabar con la dependencia de la humanidad en los combustibles fósiles. Sin embargo, lo que realmente ha creado es un reactor–arma con el que ocasionaría ataques en distintas ciudades en todo el mundo, incluyendo Nueva York, incriminando al Doctor Manhattan para que los gobiernos del mundo se unieran contra él, en lugar de luchar entre ellos mismos.
Su idea funciona, y a pesar de que Búho Nocturno, Espectro de Seda, Rorschach e incluso Manhattan llegaron para intentar impedirlo (aunque el bueno del Doctor regresó de Marte cuando ya había ocurrido), era demasiado tarde. Los ataques ya se habían llevado a cabo y, efectivamente, la humanidad ya se había unido contra Manhattan. Entre todos decidieron que valía la pena guardar el secreto y no desperdiciar la muerte de millones, y Manhattan abandona la Tierra.

En los cómics, sin embargo, Veidt no crea este reactor–arma sino que contrata a un grupo de científicos y artistas para crear una especie de calamar gigante y mutante casi del tamaño de Godzilla que, al estar listo, Ozymandias asesina a todos los que participaron en el proyecto para así guardar el secreto, y teletransporta el calamar sobre la ciudad de Nueva York, lo que resulta en la muerte de cientos de miles de personas. El resultado es el mismo: el mundo se une ante una amenaza mayor, la posible invasión de una extraña raza interdimensional.
Una sola persona, tanto en el cómic como en la película, no está de acuerdo con guardar el secreto, debido a que esto va en contra de lo que cree y de su moral. Se trata de Rorschach, que aunque lo trataran de loco (y honestamente, es comprensible que lo consideraran así), vivía bajo unos estándares en parte retorcidos, con una tendencia nihilista, pero sinceros, creyendo que era mejor ser honestos y enfrentarse a la realidad que guardar ese enorme secreto. Quería desenmascarar a Veidt ante el mundo, pero eso significaría que la muerte de tantas personas no sirvió para nada.
Y es por esto que Manhattan lo mata.
30 años después (la serie)

Rorschach muere, pero su legado no. O al menos lo que para muchos es su legado. Antes de ir a intentar detener a Veidt junto al Búho Nocturno, Rorschach deja su diario en el casillo de un periódico, en el que estaba registrada toda su teoría, sus pensamientos y la verdad de que Veidt es el culpable de lo que sucedió. Después de todo, parece que la muerte de millones lo único que hizo fue posponer el conflicto entre los humanos, pero no evitaría la guerra para siempre.
La serie de HBO se desarrolla 30 años después de los acontecimientos del cómic, y actualmente hay quienes creen que el evento del calamar sí fue un ataque interdimensional, pero hay quienes creen que es un montaje del gobierno. Sea como sea, los justicieros enmascarados siguen prohibidos por la ley, pero en el pueblo de Tulsa los policías han comenzado a usar máscaras porque un grupo de terroristas pro supremacía blanca, conocidos como “el Séptimo de caballería”, está asesinando policías y personas afroamericanas, y han decidido utilizar a Rorschach como símbolo, consiguiendo inspiración en las palabras y reflexiones nihilistas de su diario.
Ozymandias sigue con vida, y también algún otro personaje de la historia original que no mencionaré, para evitar spoilers. El Doctor Manhattan sigue retirado en Marte, y muchos quieren que regrese para que proteja la humanidad. Después de todo, en esta versión de la historia, basada en los cómics, Manhattan no hizo nada malo.

La serie también es una crítica sociopolítica que se centra en los crímenes de odio y racismo, en tomar la justicia por sus propias manos y quizás en más reflexiones que aún no hemos visto, dado que la serie básicamente acaba de comenzar.
En la producción de HBO Rorschach se ha convertido en un símbolo de odio y supremacía (básicamente de nazismo), mientras que Manhattan para algunos es un símbolo de esperanza, así hayan pasado décadas desde la última vez que apareció en la Tierra (y no hay señales de que vaya a regresar, o siquiera le importe). El miedo está presente, y también la molestia. Porque muchos están hartos de lo que estos racistas estén matando personas, mientras que otros están cansados de que el poder (político y económico) siga en manos de un puñado de personas.
Por supuesto, el hecho de que al comienzo del primer episodio de la serie lluevan pequeños calamares nos hace incluso dudar de que el plan de Veidt haya terminado en ese mega calamar gigante que cayó sobre Nueva York décadas más tarde. ¿Acaso hay alguien que continúa enviando estas criaturas en portales interdimensionales, o siguen siendo consecuencias del mismo ataque coasionado por Ozymandias? Además, ¿dónde está Veidt?
Tendremos que esperar para conocer la respuesta, pero hasta ahora la serie promete ser una continuación digna a los acontecimientos de Watchmen, solo que visto desde un punto de vista más moderno y actual.