En otro caso de “Twitter está confundido acerca de cómo implementar sus propias reglas”, Lucien Greaves, cofundador de la organización religiosa y política el Templo Satánico, fue baneado de la red social el 13 de enero “de forma permanente” solo para que su cuenta fuera reactivada el día de hoy, sin explicación y en medio de un polémico debate político.
Todo comenzó cuando una usuaria de Twitter comenzó a manifestar su desprecio de que en el estado de Massachusetts exista una organización religiosa conocida como El Templo Satánico. Para la usuaria conocida como Laurie Gatta, esto es sinónimo de maldad y no debería existir. En un tuit, Gatta instó a quemar la sede del templo.
No obstante, la red social lo terminó baneando a él en lugar de a los otros. Greaves recibió un corre de Twitter que decía: “su cuenta ha sido suspendida y no será reactivada, debido a la violación de las reglas de Twitter acerca de los ataques y abusos dirigidos.[...] No toleramos las conductas abusivas”.
En uno de sus tuits, Graves llamó a Gatta “imbécil”, una palabra que no suele ser motivo suficiente para banear una cuenta. Es probable que Greaves, al invitar a sus seguidores a que reportaran la cuenta de Feldman, iniciara una ola de insultos hacia Feldman y Gatta y para Twitter esto es una violación a sus reglas. Por otro lado, también es posible que Twitter haya actuado de manera acelerada al tratarse de este hombre.
El Templo Satánico es parte (aunque una variación) del satanismo laveyano (Iglesia de Satán), un movimiento que en realidad no ve a Satanás como una deidad, ni siquiera como un ser existente, sino más bien como un símbolo de rebeldía y libertad. Sin embargo, a diferencia de la Iglesia de Satán, el Templo Satánico también es un movimiento de activismo político (de izquierda).
Horas más tarde, el Templo Satánico aseguró que demandaría a Twitter por discriminar una organización religiosa, asegurando que si se tratara de otra religión esto no habría sucedido. No obstante, la cuenta de Greaves fue reactivada apenas tres días después de la suspensión. Según la compañía, “después de una revisión a fondo hemos reactivado la cuenta dado que no parece estar violando las reglas de Twitter, pedimos disculpas”.
Según Greaves, durante el fin de semana continuaron las amenazas a su organización e incluso un hombre fue a la sede del templo a amenazar a sus miembros con lo que parecía ser un destornillador afilado. Greaves cree que nada de esto habría sucedido si las amenazas a su templo en Twitter hubiesen sido detenidas y castigadas por la red social. En una época en la que Twitter es criticado por no tomar acciones en contra de nazis y supremacistas blancos que publican mensajes de odio en la red social, el caso de Greaves nos hace preguntarnos cuándo la red social comenzará a tomar acciones reales en contra del odio. [vía Lucien Greaves (Facebook y Twitter) / Jezebel]