Todo fanático de Star Wars tiene o desearía tener una figura de acción de la película, un juguete o siquiera un sable láser. Sin embargo, este inventor inglés se ha cansado de las figuritas y muñequitos y ha decidido fabricarse una réplica de nave de combate imperial tamaño real. El resultado es fascinante.
El responsable de la hazaña es Colin Furze, un inventor un poco loco que en el pasado hemos visto construir réplicas de las garras de Wolverine (X–Men) y un kart potenciado por un cohete. Furze es fanático de Star Wars y esta vez ha construido una réplica del TIE Silencer de The Last Jedi en la que cabe una persona, lo que no puede (lamentablemente) es volar ni disparar rayos láser.
Furze se inspiró en una figura de acción que compró en eBay para la réplica, y le tomó seis semanas hacerla realidad. Mide 14 metros de largo y 7 metros de ancho de punta a punta, y es simplemente preciosa.
La réplica acompañará en su jardín al gigantesco AT–ACT que hizo el año pasado y lo convirtió en un parque infantil para sus hijos. [vía Colin Furze]