
Un grupo de astrónomos ha conseguido capturar por primera vez la radiación emitida por los anillos de Urano.
Los científicos saben desde hace décadas que el planeta tiene una serie de anillos apenas visibles, pero hay mucho que desconocen aun sobre ellos, como su composición o su masa. Investigadores de la Universidad de Berkeley y de la Universidad de Leicester utilizaron dos telescopios en Chile para medir la radiación de los pedazos que conforman estos anillos de Urano.
Antes de observar esto, los científicos habían visto que los anillos de Urano bloquean la luz de las estrellas que hay detrás de ellos como habían comprobado desde la Tierra y desde la sonda Voyager 2, y también los han fotografiado desde el Telescopio Espacial Hubble y desde telescopios infrarrojos terrestres. Estas mediciones demostraron que el planeta tiene 10 delgados anillos, otros tres anillos más gruesos y al menos 13 pequeñas lunas que orbitan dentro de esos anillos.
Pero estos anillos son pequeños y tenues: el más ancho tiene solo entre 20 y 100 kilómetros de ancho, según el comunicado de la Universidad de Berkeley. Estamos hablando de algo mucho más pequeño que los anillos de Saturno.
Todas esas mediciones que habían hecho en el pasado no había sido observando los anillos directamente; sino que se fijaban en cómo los anillos tapaban otras fuentes de luz o reflejaban la luz solar. Para este último estudio, los investigadores observaron tres longitudes de onda diferentes que habían sido capturadas por el Telescopio ALMA, así como una longitud de onda media de la radiación infrarroja detectada por el Very Large Telescope (VLT), ambos en Chile. Los anillos emiten toda esta radiación por sí solos.

Estas nuevas mediciones les permitieron determinar la temperatura de los anillos: -195 grados Celsius de temperatura (77 grados por encima del cero absoluto), según el artículo publicado en The Astronomical Journal. La investigación también confirma una sorprendente hipótesis sobre el anillo más brillante de Urano, que se hizo basada en las observaciones de la Voyager 2: el anillo está compuesto de partículas más grandes de lo que se pensaba, y no de polvo microscópico.
“Falta el pequeño extremo de los principales anillos de Urano. El anillo más brillante, épsilon, está compuesto por rocas del tamaño de una pelota de golf y de algunas más grandes”, dijo Imke de Pater, profesor de astronomía de la UC Berkeley, en un comunicado de prensa.
Los investigadores esperan continuar estudiando los anillos del planeta con futuros telescopios. Oye, quizás sea hora de que volvamos a visitar Urano.