
El sueño de todo aquel que va a comenzar una reforma es tratar de que la obra termine bajo los plazos y presupuestos establecidos al comienzo para que no se encarezca más. Por eso, que reformes tu casa y te encuentres un tesoro de monedas de oro, no tiene precio.
Esto mismo fue lo que le ocurrió a una pareja en Yorkshire, Reino Unido, quienes tuvieron la suerte de dar con un tesoro de monedas de oro del siglo XVIII estimado en un valor de hasta £ 250.000 debajo de las tablas del piso de su casa. Según explicó Gregory Edmund, de la casa de subastas Spink & Son, donde las monedas se subastarán el 7 de octubre:
Es un descubrimiento maravilloso y verdaderamente inesperado en un lugar tan modesto. Este hallazgo de más de 260 monedas es también uno de los más grandes en el registro arqueológico de Gran Bretaña, y ciertamente para el período del siglo XVIII.

Cuentan los medios del país que las monedas descubiertas se encontraban en el interior de una taza de barro no mucho más grande que una lata de refresco, una donde seguramente las habían escondido Joseph y Sarah Fernley-Maisters, una pareja que se casó en 1694, el mismo año en que se fundó el Banco de Inglaterra (aunque posiblemente y como vemos, no eran muy partidarios del banco). Según Edmund:
Parecen haber sido escépticos de la institución. Joseph y Sarah claramente desconfiaban del recién formado Banco de Inglaterra, del ‘billete de banco’ e incluso de las monedas de oro de su época, porque optaron conservar tantas monedas que datan de la Guerra Civil Inglesa.

En cuanto al tesoro en sí, lo constituyen monedas que datan de 1610 a 1727 y abarcan los reinados de James I, Charles I, la Commonwealth republicana, Charles II, James II, William and Mary, Anne y George I. Una familia inflyente, los Maisters, que hizo dinero entre los siglos XVI y XVIII como comerciantes desde los puertos del Báltico, e hicieron una fortuna con el mineral de hierro, la madera y el carbón, para luego pasarse a la política.

Con todo, los subastadores siguen preguntándose cómo pudieron guardar un “tesoro” así en una época donde la banca era bastante común para las familias más ricas. [Smithsonian]