La Estación Espacial Internacional ha sido una piedra angular en la cartera de naves espaciales de la NASA desde su lanzamiento en 1998, pero todo lo bueno llega a su fin, y algunos de los asesores de seguridad de la NASA están nerviosos por lo que viene, según reporta SpaceNews.
En una reunión del Panel Asesor de Seguridad Aeroespacial, los asesores de la NASA expresaron su preocupación de que las estaciones espaciales comerciales que asumirán las funciones de la Estación Espacial Internacional no estarán listas antes de que la ISS se estrelle en el Océano Pacífico al final de su vida útil en 2030. Estas estaciones espaciales son parte del programa Commercial Low Earth Orbit Destinations. La NASA otorgó contratos a Blue Origin, Nanoracks y Northrop Gumman para diseñar estaciones espaciales que ayudarán a la agencia espacial a dejar atrás la ISS.
Los planes para la transición de la ISS a estaciones espaciales comerciales “están en una trayectoria precaria hacia su realización a tiempo y dentro de los recursos proyectados para mantener una presencia de la NASA en LEO”, dijo Patricia Sanders, presidenta del Panel Asesor de Seguridad Aeroespacial. “Esta es un área preocupante para nosotros”.
La decisión de la NASA de colocar las estaciones espaciales en manos de empresas privadas ayudará a la agencia a ahorrar una tonelada de dinero: la NASA informó al Congreso de que proyecta un ahorro de $1300 millones en 2031 y $1800 millones por año hasta 2033. Sin embargo, estos ahorros podrían costarle a la NASA su presencia en la órbita baja terrestre si ninguna estación espacial comercial está lista para su lanzamiento en 2030, lo cual es una posibilidad probable. La Oficina del Inspector General de la NASA dijo en un informe de 2021 que investigaciones futuras que utilicen microgravedad para prepararse para misiones tripuladas a la Luna, Marte y más allá simplemente no estarán listas para 2030.
Sin embargo, la NASA no se da por vencida por completo con sus estaciones espaciales. La Lunar Gateway es un proyecto enorme que revolucionará la capacidad de la NASA para realizar investigaciones científicas y viajar a la Luna.