
Con más de 140 millones de espectadores y cerca de mil millones en ingresos, El juego del calamar se ha convertido en el estreno más exitoso en la historia de Netflix. Pero al menos dos personas han visto su vida arruinada por la serie: la mujer surcoreana cuyo número de teléfono salía en un par de episodios, y una streamer británica cuyo nombre de Twitch es ‘SquidGame’.
Uno pensaría que llamarte exactamente igual que una de las series más populares de la historia beneficiaría a tu carrera como streamer, pero a Lydia Ellery, alias SquidGame, le ha pasado lo contrario. Según cuenta a BBC News, está considerando cambiar su nombre de usuario de más de una década después de sufrir acoso y perder oportunidades de trabajo.
Lydia no se llama SquidGame por la serie, ni por el juego infantil coreano, sino porque sus amigos la llamaban Lyd the squid (Lyd el calamar, una rima tonta). SquidGame ha sido su apodo durante 11 años en plataformas de redes sociales y streaming, incluida Twitch, donde tiene 44.400 seguidores y forma parte de la red Yogscat, que se acerca al millón de seguidores en la plataforma.
Desde que apareció El juego del calamar, Lydia ha sufrido el acoso de los fans de la serie y “un sinfín de intentos de hackear su cuenta”. Pero lo más importante, y la razón por la que está considerando abandonar su apodo, es que ha perdido trabajos y potenciales ingresos por culpa de su nombre.
Al menos dos marcas han decidido no contratarla por el nombre SquidGame, quizá para no verse asociadas a la violenta serie coreana. Pero además, el SEO de su usuario, su posicionamiento en buscadores como Google, está “completamente arruinado” porque aparecen resultados sobre la serie en lugar de la marca que ella ha ido “construyendo durante más de 10 años”.
Para colmo, El juego del calamar no tiene una cuenta oficial de Instagram, y el nombre de usuario “SquidGame” también pertenece a Lydia. Si la mujer coreana cuyo número de teléfono que aparecía en la serie no paraba de recibir llamadas, Lydia no para de recibir mensajes directos de Instagram. “Me siento deprimida e increíblemente harta de toda la situación”, dice la streamer.