
Valve ha retrasado varios meses el lanzamiento de su consola Steam Deck, como anunció hace unas horas en un comunicado. La consola portátil no comenzará a venderse hasta febrero de 2022, aunque estaba previsto que las primeras consolas se pudiesen enviar en diciembre.
“Lo sentimos mucho; hicimos todo lo posible para solucionar los problemas en la cadena de suministro global, pero debido a la escasez de materiales, los componentes no llegan a nuestras instalaciones de fabricación a tiempo para cumplir con nuestras fechas de lanzamiento iniciales”, escribió Valve. “Según nuestras estimaciones, Steam Deck comenzará a enviarse a nuestros clientes en febrero de 2022. Esta será la nueva fecha de inicio para nuestra cola de reservas; todos los que tengan una reserva hecha mantienen su lugar en la cola, pero las fechas cambiarán en consecuencia”.
Anunciada por primera vez en julio, la Steam Deck, una consola con una forma similar a la Nintendo Switch y que permite a los jugadores jugar a títulos de sus bibliotecas de Steam desde cualquier sitio, estará disponible en tres modelos. La edición básica, que cuesta 419 euros, tiene 64 GB de almacenamiento interno para juegos. Los dos modelos más caros vienen con discos duros SSD, con un precio de 549 euros (para la de 256 GB) y de 679 (para la de 512 GB). Podrás conectar cualquiera de los modelos a una pantalla externa a través de una base que se vende por separado, pero Valve aún no ha revelado cuánto costará este accesorio. (Valve dice que un hub USB-C hará esencialmente lo mismo).
Todos los modelos funcionan aparentemente como un PC gaming. Según un desarrollador de Valve, cada juego que la compañía ha probado en el dispositivo es capaz de alcanzar una velocidad de 30 fps. El mes pasado, Valve presentó un sistema de clasificación llamado Deck Verified que indica cómo de bien (o mal) se ejecutarán los juegos. Para todos aquellos que han dudado siempre si jugar en un PC, esta pequeña consola portátil con acceso al mayor escaparate digital de juegos de internet podría suponer el impulso que necesitaban. No es necesario bucear en especificaciones ni comerte la cabeza para ver qué componentes elegir. Tan solo tienes que coger la consola y jugar al juego que quieras.
Pero ningún aparato, y mucho menos una consola nueva tan demandada, es capaz de huir de los enormes problemas en la cadena de suministro que están afectando a todas las industrias del planeta. Ni qué decir de la PlayStation 5 de Sony o la Xbox Series X de Microsoft. Incluso Nintendo, que en octubre lanzó una nueva consola, la Nintendo Switch OLED, tuvo que reducir su producción de hardware prevista en un 20% para estas navidades.