Su compañero, el astrónomo Cliff Johnson, compartió las imágenes del telescopio arruinadas por una línea discontinua que empieza a ser reconocible: son los satélites que SpaceX lanzó la semana pasada para probar su servicio de internet de baja latencia. El tren de luces apareció en el cielo 90 minutos antes del amanecer y no abandonó la línea de visión del telescopio hasta que pasaron cinco minutos. Los satélites Starlink son visibles a simple vista, pero solo a ciertas horas, cuando la luz del sol se refleja en sus paneles solares.

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“Sucedió justo antes del crepúsculo astronómico”, dijo Johnson a Forbes. “Según casi cualquier estándar de observación, seguía siendo de noche: el momento de tomar datos, especialmente cuando quieres aprovechar cada minuto de tiempo de observación con estos telescopios y estas instalaciones”.

Los satélites Starlink están a prueba en la órbita baja terrestre. Los primeros 60 fueron insertados a una altitud de 440 km, mientras que los últimos 60 se insertaron a una altura de apenas 350 km, por lo que brillan más. Lo que preocupa a los astrónomos es que estas interrupciones solo sean el comienzo: SpaceX tiene permiso para lanzar 42.000 satélites Starlink, de los cuales 1500 deberían estar en el espacio a finales de 2020. Detrás vendrán Amazon y OneWeb con nuevos planes para vender internet satelital ultrarrápido.

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Por su parte, SpaceX dice que tomará medidas para abordar las preocupaciones de los astrónomos. Pintará de negro los futuros satélites Starlink para reducir su reflectividad (algo que no hizo con el último lote) y realizará maniobras en la constelación para dejar espacio a las observaciones astronómicas. El futuro del cielo nocturno depende del éxito de Starlink.