
La medicina moderna ha prolongado nuestras vidas y ha reducido el sufrimiento en todo tipo de formas. Sin embargo, muchas de las intervenciones impactantes que tenemos disponibles hoy en día existen desde hace mucho tiempo, como los antibióticos, la mayoría de los analgésicos y varias formas de detección del cáncer. Pero de vez en cuando, los científicos presentan tratamientos novedosos que saltan de la línea de “genial” a “guau”. Aquí hay cinco innovaciones médicas de ciencia ficción que ya están aquí o están a punto de concretarse.
Cirujanos robóticos avanzados

Los robots de hoy no son tan impresionantes o independientes como los que vemos en la ciencia ficción, pero ahora podemos tener un robot que puede realizar ciertos procedimientos quirúrgicos por sí solo. A principios de este año, los investigadores de Johns Hopkins publicaron resultados que mostraban que su robot autónomo de tejido inteligente (STAR) podía llevar a cabo una cirugía laparoscópica compleja en cerdos que requería volver a conectar los extremos de un intestino. Incluso parecía realizar la tarea con mayor precisión que los cirujanos humanos.
En el futuro previsible, es probable que STAR y robots similares solo ayuden a los médicos humanos. Pero sus desarrolladores imaginan un mundo en el que estos bots pueden funcionar por sí solos en situaciones de emergencia, como tratar a pacientes traumatizados de camino al hospital.
Estimular el cerebro para tratar la depresión

Es comprensible que la idea de usar electricidad para tratar enfermedades mentales haya estado acompañada de cierto estigma, dada la sombría y, a veces, abusiva historia de la “terapia de choque” en los primeros días de la psiquiatría. Pero en la actualidad, varios métodos de estimulación cerebral se han mostrado realmente prometedores para mejorar la depresión y otras enfermedades que de otro modo parecían intratables. Se teoriza que estos tratamientos pueden restablecer o estabilizar la actividad cerebral errática asociada con los trastornos neuropsiquiátricos. Y los científicos parecen estar mejorando en el ajuste fino de esta tecnología.
En octubre pasado, un equipo de investigación publicó resultados que mostraban que su técnica personalizada de estimulación cerebral profunda, que consiste en implantar un dispositivo similar a un marcapasos en el cerebro, ayudó con éxito a tratar la depresión severa de una mujer durante décadas. “Cuando recibí la estimulación por primera vez, ocurrió el momento ‘ajá’, sentí la sensación de alegría más intensa y mi depresión fue una pesadilla distante por un momento”, dijo la mujer, identificada como Sarah, en una conferencia de prensa anunciando los hallazgos.
Esta tecnología, por ahora, sigue siendo muy costosa, invasiva y probablemente solo sea adecuada para personas sin otras opciones. Pero con el tiempo, lo que aprendemos de pacientes como Sarah puede llevar a nuevos descubrimientos sobre cómo funciona el cerebro y cómo ayudar a las personas con depresión.
Lentes de liberación de fármacos

A veces, la innovación no proviene del desarrollo de nuevos y mejores medicamentos, sino de encontrar mejores formas de dárselos a las personas. En marzo, la FDA aprobó los primeros lentes de contacto liberadores de fármacos, que liberan una gran cantidad de antihistamínicos durante varias horas para prevenir o reducir la picazón en los ojos. Eventualmente, esta tecnología podría usarse para tratar otras afecciones oculares como glaucoma, infecciones y cataratas.
Terapia de genes

Durante décadas, los científicos han tenido esperanzas en la idea de editar nuestros genes para tratar dolencias difíciles o aparentemente incurables. Ahora finalmente estamos comenzando a ver que estos esfuerzos dan sus frutos. Desde 2017, la FDA ha aprobado al menos dos tratamientos de terapia génica destinados a corregir o reemplazar mutaciones dañinas que causan enfermedades directamente. Un área de investigación relacionada es la terapia de células T con CAR, que edita las células T de una persona en el laboratorio para mejorarlas en la lucha contra algunos tipos de cáncer; Luego, las células se vuelven a infundir en el cuerpo.
En diciembre, un pequeño ensayo que utilizó la terapia génica para reparar los glóbulos rojos deformes de las personas con enfermedad de células falciformes parece haber superado con creces. Hasta tres años después del tratamiento, las células de estos voluntarios todavía parecían tener su forma corregida y, lo que es más importante, las personas ya no experimentaron los episodios de dolor intenso y otros síntomas comunes con la anemia falciforme. Los resultados de esta y otras investigaciones se ven tan impresionantes que esto realmente puede representar una cura de buena fe para el trastorno genético, que se cree que afecta a unos 100.000 estadounidenses.
Otras aplicaciones futuras para la terapia génica pueden incluir un doloroso trastorno de la piel conocido como epidermólisis ampollosa (también llamada “enfermedad de la mariposa”), hemofilia y más tipos de cáncer.
Trasplantes de órganos de cerdo genéticamente modificados

Un objetivo largamente buscado de la medicina es un suministro constante de órganos para quienes los necesitan. Ese sueño ahora parece estar al alcance. El año pasado, dos equipos de investigación diferentes trasplantaron con éxito órganos procedentes de cerdos modificados genéticamente a humanos con muerte cerebral. Y en enero, un equipo de Maryland realizó el primer trasplante del mundo de un corazón de cerdo modificado en un paciente terminal. Estos cerdos han sido modificados para ser más compatibles con la biología humana; por ejemplo, ya no producen un azúcar en sus músculos que activaría el sistema inmunológico humano.
Estos primeros experimentos han demostrado que los órganos de los cerdos pueden sobrevivir al proceso de trasplante sin ser rechazados inmediatamente por nuestro sistema inmunitario. Pero se necesitarán ensayos clínicos para demostrar que la tecnología realmente puede prolongar la vida de los receptores, y puede tomar incluso más tiempo antes de que estos órganos sean tan efectivos como los donados por humanos (lamentablemente, el primer paciente vivo en recibir un corazón de cerdo falleció a principios de este mes). Pero dada la escasez de órganos siempre presente, que deja a miles de personas muertas cada año, es un tratamiento que aún salvaría la vida de muchos en un futuro cercano.