Los Chromebooks pueden ser baratos en relación a un ordenador convencional, pero eso no significa que tengas un sufrir un recorte en el rendimiento. Aquí te presentamos cinco trucos para mejorar las prestaciones de tu Chromebook sin tener que asaltar tu cuenta corriente.
Vivir en las nubes
El exiguo almacenamiento interno de los Chromebook se llena rápido, pero hay mucho más espacio parar tus datos en internet. Cada Chromebook viene, de fábrica, con 100GB de espacio en nube. Para activar este espacio solo tienes que ir a esta dirección y registrarte. Sin embargo ¿Por qué limitarte solo a una nube? Dropbox, Box o iCloud también disponen de aplicaciones para Chromebook en la Google Web Store y ofrecen planes gratuitos.
Instalar las aplicaciones adecuadas
Chrome OS puede no ser capaz de hacer correr programas convencionales de Windows, pero, en la mayor parte de los casos hay una aplicación que sirve de sustituta. Y si ninguna de las aplicaciones que Google incluye es suficiente para ti, la Web Store tiene una amplia variedad de aplicaciones de terceros muy interesantes como el editor de imágenes PIXLR image editor, Feedly, Evernote, o Pocket.
Toma un atajo. Haz un atajo
El teclado de los Chromebook utiliza una distribución condensada a la que hay que acostumbrarse un poco pero, a la postre, resulta bastante efectiva. En lugar de las teclas convencionales de función de Windows (F1-F12), encontrarás una serie de teclas que permiten, por ejemplo, navegar rápidamente por tu historial de búsquedas, cargar páginas web, cambiar de una ventana abierta a otra, o ajustar los niveles de volumen y brillo.
Igualmente, el grupo de teclas para avanzar o retroceder páginas se sustituye por el comando Crtl + Alt y las flechas del teclado. En este enlace tienes la lista completa de atajos de teclado de los Chromebook. También puedes crear los tuyos propios mediante la extensión Shortcut Manager, que permite personalizar el teclado con los procesos o aplicaciones que desees.
Elige un teclado más grande
Si prefieres un teclado de tamaño convencional o un ratón, es tan sencillo como conectarlo vía USB o Bluetooth. Para activar esta última conectividad basta con llevar el cursor a la esquina inferiorr derecha (donde está el icono de la batería), abrir el submenú de configuración y seguir las instrucciones.
Imprime desde cualquier lugar
Intentar imprimir desde un Chromebook puede ser toda una aventura si intentamos conectar la impresora directamente al equipo. La mejor alternativa (probablemente la única) es imprimir desde el servicio Google Cloud Print. Para ello necesitas una impresora conectada, o bien una convencional conectada a un ordenador que tenga acceso a internet.
El proceso de instalación de un servicio de impresión en nube varía mucho según la marca de la impresora. Google ofrece en esta página instrucciones detalladas para la mayor parte de marcas y modelos. Si vas a imprimir desde una impresora conectada a un ordenador con internet, necesitas instalar Chrome en este, y después añadir la impresora desde el menú de configuración avanzada (icono de las tres líneas en la esquina superior derecha).
Pásate a una pantalla más grande
Las pantallas de muchos Chromebook no son especialmente extraordinarias. Como en el caso de muchos otros laptop, conectarse a un monitor más grande es una bendición. Cómo hagas esto depende del modelo de Chromebook. Los Pixel, por ejemplo, vienen ya con una conexión HDMI. El HP Chromebook 11, en su lugar, viene con una conexión Slimline que requiere un adaptador. En caso de que la conexión sea complicada, un módulo Chromecast puede servir para conectar cualquier Chromebook a un televisor.
Una vez hayamos averiguado como conectar el nuestro, el proceso pasa por acceder al menú de ajustes y seleccionar los ajustes de pantalla. Ahí podremos añadir un nuevo monitor y decidir si utilizarlo en modo espejo o como una extensión de la pantalla del Chromebook.
Estos son solo un puñado de consejos básicos. Si usas un Chromebook y conoces más, te invitamos a que lo compartas en comentarios.