
¿Sabes ese accesorio de la Xbox cubierto de polvo que tienes por ahí perdido en un cajón? Pues puedes seguir ignorándolo. Microsoft acaba de confirmar que la Xbox Series X no soportará Kinect y que los juegos para este periférico no serán retrocompatibles para la nueva consola.
El CEO de Xbox, Phil Spencer ofrecía más detalles sobre el lanzamiento de la consola en un reciente post. Entre esos detalles está la fecha de lanzamiento de XCloud y la integración con Gamepass. Respecto a Kinect, Spencer dijo: “Nuestra intención es que todos los juegos que no requieran Kinect se puedan jugar en la Xbox Series X desde el mismo lanzamiento”. Más tarde, en unas declaraciones a The Verge, el CEO confirmó de manera tajante que Kinect está fuera de la Xbox Series X.
No resulta una gran sorpresa. Ya las primeras imágenes de la nueva consola revelaban la ausencia del puerto propietario dedicado a este accesorio. Las actuales Xbox One S y Xbox One X tampoco tienen ese puerto, pero se podía conectar mediante un adaptador USB. Después de matar Kinect en 2017, Microsoft dejó de fabricar esos adaptadores.
Aunque no resulte tan sorprendente, no deja de ser el final de un capítulo fascinante en la historia de Microsoft. Kinect debutó en 2010 como un accesorio de la Xbox 360 que la compañía creó como respuesta a los mandos de la Nintendo Wii. Por desgracia, el accesorio para detectar los movimientos de tu cuerpo nunca logró calar tanto como los mandos de Nintendo. El accesorio encontró una nueva vida en manos de la comunidad de desarrolladores y de hecho ayudó a la creación de Hololens, pero para cuando Microsoft lanzó la Xbox One en 2013, su muerte era algo más que anunciado.
Kinect aparte, Spencer ha hecho mucho hincapié en que, salvo excepciones muy puntuales, la gran mayoría de los juegos de Xbox serán jugables en la Series X:
Nuestros ingenieros de retrocompatibilidad han pasado años diseñando nuevas maneras de hacer que la tecnología de última generación sea compatible con tu biblioteca de juegos sin coste adicional y sin que los desarrolladores de juegos tengan que hacer nada.
Eso promete que podamos acceder a un catálogo de miles de juegos nuevos y viejos. Los que usan Kinect son apenas decenas, y ya nadie juega a ellos de todos modos con la única posible excepción de la serie Just Dance. Teniendo en cuenta que esos juegos están disponibles para otras plataformas no parece que los fans del baile se vayan a resentir de la decisión. [Xbox vía The Verge]