Una tablet. De Amazon. $50 dólares. La primera vez que esos tres conceptos entraron de manera armoniosa en mi cerebro, mi ceja comenzó a arquearse con genuina sorpresa. Hasta ese momento, los 3 eran una combinación exclusiva perteneciente o bien a timos o bien a anónimos fabricantes chinos de calidad cuestionable.
Hemos probado durante unos días la Amazon Fire (no, no lleva “Kindle” en medio) y aunque tiene sus particularidades, detalladas con mimo en las siguientes líneas, la conclusión general es clara: si sabes a lo que te atienes, si entiendes de verdad que estás comprando una tablet que cuesta sólo $50 dólares (60€ en España), el resto es más que digno.
Qué es
Es una tableta, fabricada por Amazon, con una pantalla IPS de 7” y una resolución de 1024 x 600 píxeles, lo que redunda en una densidad de 171 píxeles por pulgada. El procesador es chiquito pero matón, un Quad-Core a 1,3 Ghz. 8 GB de almacenamiento ampliables hasta 128 utilizando una tarjeta microSD. Tiene WiFi pero no conexión de datos, pesa unos 300 gramos y mide 191 x 115 x 10,6 milímetros. La cámara frontal es VGA, la cámara trasera es de 2MP y graba a 720p.
¿Cómo es de mala?
Cuando Amazon vende sus tabletas, sea la que hoy nos ocupa o el resto de la familia Kindle, lo hace con una estrategia clara: las vende a precio de coste, en algunos casos quizá incluso menos, pero con la firme intención de que sirvan de soporte, de trampolín de acceso, para adquirir su vasta oferta de productos, desde la propia tienda a aplicaciones, libros o películas.
Por eso es tan barata. Así que, volviendo de nuevo a ese momento inicial en el que vi el anuncio de la tablet por primera vez, la pregunta que apareció en mi cabeza no fue la que suele aparecer con cualquier otro producto tecnológico (¿Cómo de bueno es? ¿Qué hace superior al resto? ¿Por qué alguien querría comprarlo?) sino justo la opuesta (¿Cómo de mala es? ¿Cuántos sacrificios han hecho hasta conseguirlo?). Estaba claro que para llegar a los $50 (60€) Amazon tenía que haber metido tijera aquí y allá, por lo que la cuestión remanente era dónde, y si después de eso merecería la pena.
La pantalla
La pantalla es la parte más importante en una tablet. Es su razón de ser. Su argumento de existencia. En el caso de Fire esta no es mala, o por lo menos no es tan mala como cabría imaginar. Se aleja mucho (pero mucho) desde luego de las imágenes promocionales de Amazon pero en general el resultado es bastante balanceado.
Describir con palabras la sensación visual, de detalle, de color, de contraste, que produce la pantalla de una tablet cuando se sostiene en la mano es una tarea ardua pero por suerte hay una comparación bastante directa a mano: la pantalla del primer iPad. Aquella tenía una densidad de píxeles (el valor que se usa para medir a grandes rasgos la nitidez con la que aprecias la pantalla) de 132, y en este caso es de 171, pero la sensación general del modo en el que se ven los colores y los textos es razonablemente parecida.
¿Es suficiente? En mi opinión sí, es suficiente. No hará que caigan lágrimas silenciosas de tus mejillas mientras la contemplas extasiado pero tampoco despertará ninguna queja en la mayoría de situaciones. ¿La mayoría? Sí, la mayoría, en exteriores, sobre todo bajo luz directa del Sol la pantalla se ve francamente mal, legible, si apuramos el término, pero mal. Se queda fuera, desde luego, como potencial candidato para leer en piscinas o al aire libre.
El otro gran punto en contra: es estrecha, bastante, bastante estrecha. Tanto que el libro que usé para realizar las pruebas (Under the Dome, de Stephen King) lo leí más tiempo con la tablet en apaisado que en vertical. No es incómodo, se puede y se debería leer bien en ella, pero sí raro.
Ah, Bellini: el sistema operativo
Fire llega con la siguiente versión del sistema operativo que mueve los Kindle. Se llama Bellini, es la versión 5.0 y su principal novedad radica en haber corregido levemente el caos de las anteriores versiones. El diseño es mejor, moverse entre las secciones dedicadas a cada formato (Libros, Vídeos, Juegos, Apps...) más intuitivo y teniendo en cuenta que hablamos de $50 dólares de tablet todo se mueve de manera más que decente.
El rendimiento es ajustado. La mayoría de aplicaciones que yo ha abierto no “saltan” de inmediato como ocurre en un iPad reciente o en un tablet Android de gama alta, se lo toman con algo más de paciencia, pero al cabo de 1 segundo o menos aparecen sin demora en la pantalla. La transición entre menús es fluida, los botones responden al instante y la sensación general de uso no es puntera, pero sí agradable.
Algunos de los juegos que pude jugar sin problema en la Fire: Hearthstone y Terraria. El primero es muy conocido, el segundo algo menos. Los pongo como ejemplos porque sus versiones de escritorio, prácticamente idénticas, son muy populares no deja de ser sorprendente, al fin y al cabo, que por un precio ridículo podamos tener (casi) la misma experiencia.
Para ver películas utilicé Plex, una aplicación que crea un pequeño servidor casero en casa y te permite disfrutarlas de manera inalámbrica. También funcionó sin problema.
Amazon Fire hace todo bien. Sólo eso. Bien. No acoge la excelencia, pero tampoco abraza la mediocridad. ¿Suficiente? De nuevo: son $60 dólares, y desde ahí toca juzgar.
El resto
Amazon clama, echándole morro, que es 1,8 veces más resistente que el iPad Air 2. Y bueno, sí, lo es, pero a costa de ser algo parecido a un ladrillo plasticoso y algo endeble. La calidad de materiales en el Fire es la esperada, la de un producto que es barato y da la sensación de ser barato. Sin ambigüedades. Puede que tenga resistencia, pero la consigue a base de ser muy burdo.
La cámara frontal es VGA, así que su única función es la de hacerse selfies como si estuviésemos en 2005 sin necesidad de filtros añadidos. La trasera es de 2 Mp y sirve para salir del paso, pero nada más.
El sonido, eso sí, es bastante decente. Es ya casi una tradición que las Fire tengan buen sonido y aquí no hay excepción. No da como para escuchar la Flauta Mágica de Mozart y encogerse de emoción con su fa sobreagudo pero para ver una película o serie sirve y sobra.
¿Me la compro?
Cuesta $50 dólares, 60 euros en España y es sin ningún tipo de duda la mejor tablet que vas a encontrar por ese precio. Al final, se reduce a una simple cuestión de intenciones y presupuesto. Si quieres gastar poco y buscas una tablet justa pero decente, la Fire levanta entusiasmada la mano y sí, es una buena opción. Si quieres una tablet para que la usen niños pequeños o incluso escolares, de nuevo es una gran opción.
Por ese precio es asequible, cómoda y cabe en cualquier lado, es democratización tecnológica en estado puro. Tanto que Amazon las vende en sixpacks, en packs de 6, como las cervezas, por $25o dólares (compra 5, llévate una gratis). Fire no hace nada muy bien, hace casi todo solamente “bien”. A mí, me sirve.
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