
Los residentes de Boca Chica Village, un pueblecito cercano a una instalación de SpaceX en Texas, fueron sorprendidos este domingo con una extraña advertencia: las ventanas de sus casas podían reventar debido a las pruebas del prototipo Starhopper que iba a ser lanzado el día 26 de agosto, según avanzó el Brownsville Herald.
El aviso indicaba que las pruebas de vuelo tendrían lugar desde las 4:00 p.m. a las 4:15 p.m. ET, y que entrañaban “un riesgo porque el mal funcionamiento del vehículo de SpaceX podría crear un evento de sobrepresión capaz de romper las ventanas de los edificios”. La policía escribió a los residentes que “debían evacuar sus casas o el edificio donde estuviesen para evitar o minimizar el riesgo de lesiones”. Una sirena de policía alertará a todos los habitantes de que la prueba está a punto de comenzar, escribió el Herald.
Es razonable suponer que la sobrepresión que mencionan sería el resultado de la explosión del prototipo, que sería lo único que podría generar la fuerza suficiente como para dañar a los edificios cercanos.
Se espera que esta prueba sea la última del Starhopper, que sirve como antesala del ambicioso proyecto Starship de SpaceX. El Starhopper completó con éxito una prueba previa en la que se llegó a elevar 20 metros del suelo. Hoy, se espera que se eleve hasta 198 metros antes de regresar a la plataforma de lanzamiento. Si tiene éxito, Elon Musk dará más detalles sobre el proyecto en septiembre.
Como señaló Business Insider, establecer medidas de seguridad de este tipo no es algo inusual, pero que en esta zona de seguridad se incluya a todos los habitantes de la zona (“y ninguno de ellos por voluntad propia”) es algo mucho más extraño.
Durante las pruebas anteriores del Starhopper, establecieron un punto de control “duro” ubicado a 2,5 kilómetros al oeste de la plataforma de lanzamiento y un punto de control “suave” 3 kilómetros más adelante.
El aviso de este fin de semana es algo inusual, y para algunos residentes, la mayoría de los cuales son jubilados que han vivido en la zona años antes de la llegada de SpaceX, representa una nueva y preocupante fase de su relación con la compañía.
Todavía tienen en la memoria la prueba del Starhopper que el pasado julio provocó un incendio forestal que acabó quemando 400.000 kilómetros cuadrados de campo.
“Estoy muy enfadada”, dijo Celia Johnson, residente local a Business Insider. “Siento que estamos en una zona de guerra... Están vulnerando nuestros por la política, el dinero y la codicia”.
“Estoy sorprendida, enfadada y preocupada por el tipo de daño que podría sufrir”, dijo Cheryl Stevens, propietaria de una casa en Boca Chica. “Tampoco sé cómo prepararme para esto”
Pese a estas quejas, SpaceX planea lanzar cohetes aún más grandes desde este lugar en un futuro próximo, como el prototipo Starship Mk1.