¿Por qué comprar nuevos equipos de audio cuando puedes reciclar los que ya tienes? Frente a los vatios maquillados de la mayoría de los amplificadores digitales actuales, con frecuencias enriquecidas e hiperexaltadas, proponemos rescatar viejos electrodomésticos y hacerlos maridar con nuestros iPods, PCs y smartphones en un ejercicio de reciclaje multimedia. ¿Te apuntas?
Tenemos 5 propuestas, pero antes merece la pena hacer un breve repaso en el tiempo. No hace falta irse muy atrás. El CD fue un arrebato temporal de digitalizar cada impulso fonográfico, a la vez que un paso intermedio hacia el estado gaseoso del audio, lo puramente digitalizado y la nube. El MP3 se ha convertido en apenas 15 años en un estándar intachable donde caben las frecuencias del oído en un engaño más o menos honesto. Nadie va a discutir eso a estas alturas.
Irremediablemente, el teléfono se ha convertido en el iPod de la modernidad, en el reproductor por antonomasia donde caben, a espasmos de WiFi o 3G, la música que paguemos en streaming o la que podamos acumular en estanterías flash. Y así, nos adaptamos al nuevo conjunto y hacemos filtrar toda esta música por un equipo que se adapta a las necesidades del MP3, capaz de llegar sin cables hasta cualquier estéreo contemporáneo.
Eso nos lleva al día de hoy, donde se abre un nuevo paisaje de altavoces Bluetooth o NFC, de pequeño tamaño y con una presión acústica a veces loable. La conseguimos excitando las frecuencias con un ecualizador imaginario que golpea el estómago de graves y deja filtrar agudos por las cervicales. Sin embargo, la mayoría de las veces no son más que fuegos artificiales, altavoces diseñados con cajas rellenas de plástico y circuitos de quita y pon.
Curioso, esto del sonido, donde el esquema básico fuente>circuito>altavoz permanece inalterado, sustituyendo tal vez el cable por el protocolo inalámbrico pero donde la industria ha cambiado radicalmente. Y no para mejor.
Un entusiasta de los equipos analógicos podría hacer un panegírico de los equipos a válvulas, los caros amplificadores y las configuraciones costosas que cualquiera puede encontrar a golpe de chequera. El estéreo con amplificador a transistores, que en los 70, 80 y comienzos de los 90 era más que decente, ha ido perdiendo peso específico hasta desaparecer de la casas y de los corazones. Por eso siempre es aconsejable adecuar nuestro equipo doméstico antes de lanzarnos a comprar más plástico que nos ofrece la industria con una enorme sonrisa.
Frente a invertir en un nuevo equipo, podemos hacer mucho (sino bastante) para reciclar y operar con inteligencia antiguos equipos de audio y darle a la fuente digital el mejor de los finales acústicos posibles. ¿Cómo? Ahí van 5 opciones:
1) Una radio a válvulas
Desaparecidas de la cotidianidad y relegadas a casas de pueblo y desvanes o a meros objetos de decoración, las radios a válvulas se han quedado en un asunto de coleccionistas.
Aquellas radios completamente mono, fabricadas en baquelita, tardaban unos minutos en calentarse y generar sonido adecuadamente. Sin embargo, son pocos los que reparan que muchos modelos clásicos, como la mítica Philetta de los años cincuenta (que Philips ha reeditado en plástico y chips digitales) incorporan una entrada posterior fácilmente convertible a fuentes externas.
Esta entrada para antiguos giradiscos no está sobrealimentada y con un pequeño cable de jack alimentará cualquier fuente externa, ya sea teléfono o un iPod. Los modelos clásicos, como las Philips, Grundig o Sharp, que se pueden conseguir en eBay a unos 100€ suenan superiores a cualquier altavoz de ese precio. Aunque delicadas, son todo romanticismo: huelen a cable quemado, al polvo tibio encima de las lámparas, generan calor y segregan la música en planos diferentes, según la dimensión espacial de los instrumentos, sin ninguna ecualización artificial, liberando el sonido en su dimensión espacial orgánica.
2) Un streamer ecológico y ‘lowcost’
El británico Paul Cocksedge ha inventado The Vamp, un pequeño amplificador mono que se conecta a ellos en segundos a cualquier altavoz y transmite vía Bluetooth la música digital de smartphones y PCs.
“Me preguntaba qué podría hacer para dar una vida a los viejos altavoces, para salvarlos... Así que creé el Vamp”, me contaba en su estudio de Londres antes de su lanzamiento. Con 4 vatios de potencia y rematado en aluminio, su criatura incluye una batería interna con recargable por USB e imanes de fijación. Por 60€ en thevamp.co.uk
3) Un estéreo ‘vintage’ y un minijack
Recuperar los viejos estéreos compactos o hacerse con un amplificador a transistores más o menos decente es más que posible hoy en día. La gran mayoría de las marcas japonesas de los setenta y los ochenta (Sony, Sansui, Pioneer), incluso joyas jamesbondianas tipo Bang&Olufsen o Braun de esos años se consiguen hoy por muy poco dinero.
Sus ventajas: la alimentación de las cajas acústicas con carácter plano, sin trucos ni delirios audiófilos y las circuiterías sólidas, de espíritu “caliente”. Cuando la música digital termina en un dispositivo analógico, pierde esa frialdad de la compresión y comienza una nueva vida, se escucha distinto.
4) Un adaptador inalámbrico
Puedes tener el equipo que quieras, retro o ultramoderno, pero también querer pinchar con el móvil, sin cables, a través de tu servicio de streaming favorito (que además pagas), como rezan las bondades de todo altavoz multimedia e hiperdigitalizado que ahora abundan.
Para estas soluciones intermedias, basta un adaptador Bluetooth inalámbrico (los hay de marcas mainstream como Belkin o Logitech) o alguna solución WiFi, como el Airport Express de Apple, donde se pierde menos calidad en la transmisión y se gana distancia de alcance.
5) Riza el rizo y hazte un amplificador DIY
¿Eres manitas? De nuevo en la web, si eres capaz de soldar un par de cables y tres condensadores, decenas de fabricantes ofrecen kits de amplificadores a válvulas EL34 con una respuesta decente. Si además sustituimos esas válvulas nuevas por algunas vintage de alguna radio o televisor, prepárate a despeinarte por la presión.
Seguro que nos dejamos muchísimas formas de sacarle partido a tus viejos equipos de audio. ¿Conoces más? Cuéntanos debajo.
Foto apertura: BrAt82/Shutterstock
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