La siguiente ambición espacial de la humanidad tiene que ver con la colonización, ya sea de Marte o de la Luna. Pero establecer una estación o colonia en la Luna no es tarea fácil y está llena de peligros. Un nuevo estudio asegura que nuestro satélite natural está siendo bombardeado de una forma mucho más frecuente de lo que imaginábamos.
El equipo de investigadores, formado por miembros de la Universidad de Cornell y la Universidad de Arizona, se dedicó a estudiar cómo ha cambiado la superficie lunar durante los últimos años debido al impacto de escombros y objetos espaciales de diferentes tamaños.
Para hacerlo analizaron las imágenes obtenidas por la sonda LRO de la NASA que desde el año 2009 se encuentra sobrevolando la Luna y ayudándonos a entenderla un poco mejor. En estos siete años la sonda ha capturado más de un millón de imágenes en alta definición, de las cuales unas 14.000 sirvieron para este estudio.
Gracias a estas fotos pudieron comprobar que existen 222 cráteres de impacto que se formaron recientemente, algunos con un diámetro de hasta más de 40 metros. Los investigadores también descubrieron más de 47.000 cambios en la superficie lunar que serían ocasionados por el polvo de la superficie lunar y las rocas destruidas o derretidas que salen desprendidas de un cráter al impactar un escombro o meteoro sobre la Luna. Esta actividad en la superficie incluso se espera que borre las míticas huellas de los astronautas de las misiones Apolo que se encuentran todavía en la Luna.
La conclusión a la que llegaron es que la superficie lunar es mucho más activa de lo que habíamos imaginado hasta la fecha, lo que complicaría mucho más la posibilidad de tener una colonia en la Luna. Si sumamos esto al hecho de que ya sabemos lo costoso que sería mantener a un astronauta en la Luna cada día, colonizar nuestro satélite natural es mucho más complicado de lo que se esperaba. [vía Nature / Universidad de Arizona]