
En su última escena de Juego de Tronos, Tyrion empieza a contar la historia de la vez que entró en un burdel con una colmena y un asno. Es la tercera vez que intenta contarla a lo largo de la serie. La primera fue durante su juicio en el Nido de Águilas, cuando confesó sus “crímenes” ante Catelyn Stark y Lysa Arryn:
Al final del vídeo, después de explicar cómo se masturbó sobre el guiso de tortuga de su hermana, dice “una vez entré con un panal de abejas y un burro a un burdel”, pero es interrumpido por el grito de una impaciente Lysa Arryn.
Más tarde, en un momento de tranquilidad en Meereen, Tyrion pide a Missandei y Gusano Gris que cuenten chistes. Como nadie quiere contar ninguno, empieza él con el mítico “un Stark, un Martell y un Lannister entran en un bar”. Después intenta contar otro: “una vez entré en un burdel con una colmena y un asno, y la encargada dijo...”. Pero de nuevo, es interrumpido: Meereen está bajo ataque.
En el episodio 8x06 de Juego de Tronos, Tyrion está... Un segundo.

...Tyrion está ejerciendo de Mano del Rey en el Consejo Privado de Bran el Tullido cuando tiene lugar la siguiente conversación:
Bronn: “Hablando de constructores, los mejores burdeles se han quemado. Al Consejero de la Moneda le gustaría financiar su reconstrucción”.
Sam: “El archimaestre Ebrose es poco entusiasta sobre los efectos saludables de los burdeles”.
Bronn: “Quizá porque no los usa adecuadamente”.
Brienne: “Creo que todos coincidimos en que los barcos son más prioritarios que los burdeles”.
Bronn: “Esa afirmación me parece presuntuosa”.
Tyrion: “Recuerdo que una vez entré en un burdel con una colmena y un asno...”.
Y el resto continúa detrás de cámara.
Parece que los guionistas David Benioff y D.B. Weiss quieren dejarnos con la duda de cómo acaba la historia, pero en Internet circula desde hace años una versión acabada del chiste que los fans de la serie han vuelto a reflotar con ocasión del final de la serie. La historia no está sacada de los libros (en los libros, Tyrion nunca empieza ningún chiste parecido), pero es convincente:
Tyrion entra en un burdel con una colmena y un asno, y la encargada le dice: “¿qué podemos hacer por usted?”, y Tyrion responde: “necesito una mujer con la que acostarme, pues la mía me ha dejado”. Entonces, la encargada le pregunta “¿y para qué son la colmena y el asno?”, y Tyrion dice: “mi mujer encontró un genio en una botella, y este le concedió tres deseos. El primero fue una casa digna de una reina, por lo que le dio este maldito panal de abejas. El segundo deseo fue tener el mejor culo de toda la Tierra, por lo que le dio este maldito burro”. [N. del T.: ass significa “culo” en inglés, pero también “burro”]. La mujer pregunta: “¿y el tercer deseo?”, y Tyrion le dice “mi mujer le pidió al genio que mi verga colgara hasta más abajo que mi rodilla”. “Bueno, eso no es tan malo, ¿no?”, dice la señora, y Tyrion responde: “¡¿no tan malo?! ¡Solía medir un metro noventa!”.
Así que ahí lo tienes, un posible final para el chiste que Tyrion lleva intentando contar más de ocho años. Ahora solo nos queda por saber si podrá crear su propia marca de vino, “La Delicia del Gnomo”, como siempre ha querido.