
Una prueba de un misil balístico de alcance intermedio aparentemente exitosa por parte de Corea del Norte incluyó una cámara montada en la ojiva. Las nuevas fotos de la Tierra desde el espacio son impresionantes, pero están destinadas a transmitir un mensaje sobre el creciente poder y alcance militar del país asiático.
El misil balístico tierra-tierra Hwasong-12 fue lanzado desde la provincia de Jagang el 30 de enero, según anunció la agencia de noticias estatal KCNA a principios de esta semana. Esta es la primera prueba de un Hwasong-12 desde 2017, por lo que el ejercicio del domingo podría representar la reanudación del programa de misiles de mediano alcance de Corea del Norte.
KCNA publicó que el misil había sido lanzado por el “sistema de lanzamiento de ángulo más alto” y enviado “hacia las aguas del Mar Oriental de Corea considerando la seguridad de los países vecinos”. Disparando el misil al espacio en un ángulo tan alto, los funcionarios norcoreanos esperaban “verificar la precisión general del sistema de armas” y probar sus capacidades. El misil ascendió a una altura de 2000 km y viajó unos 800 km antes de caer al mar entre la península de Corea y Japón, según el Japan Times.

Como informa Associated Press, cuando se dispara en una trayectoria normal, el Hwasong-12 puede viajar 4500 km. Por lo tanto, este misil de alcance intermedio con capacidad nuclear es capaz de alcanzar Japón, el territorio estadounidense de Guam en el Pacífico y las partes más occidentales de las Islas Aleutianas de Alaska.
La Academia de Ciencias de la Defensa de Corea del Norte proporcionó cuatro imágenes de la prueba, dos de las cuales fueron tomadas desde el espacio por una cámara montada en la ojiva del misil. Las fotos, aunque no verificadas, son un mensaje para Washington y otros rivales, ya que la prueba “confirmó la precisión, seguridad y eficacia del funcionamiento del sistema de armas tipo Hwasong 12 en producción”, escribió KCNA.
Este es el séptimo lanzamiento de misiles desde Corea del Norte este año. El lanzamiento más reciente es una señal potencial de que la pausa autoimpuesta del país en las pruebas de largo alcance ha llegado a su fin y que hay más por venir. The Japan Times dice que la prueba de misiles es una posible señal de que Corea del Norte está preparada para renovar las pruebas nucleares o lanzar misiles balísticos intercontinentales (ICBM) capaces de llegar a los Estados Unidos continentales.
Existen muchas razones posibles por las pruebas de armamento de Corea del Norte se han vuelto frecuentes después de cinco años de relativa calma, pero una breve lección de historia de AB Abrams en The Diplomat proporciona un contexto importante:
El Hwasong-12 ocupa un papel importante en el arsenal del Ejército Popular de Corea, cuya doctrina y prioridades siguen estando muy influidas por la experiencia y la memoria histórica de la Guerra de Corea. A principios de la década de 1950, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos lanzó una campaña de bombardeos incendiarios en Corea del Norte desde la seguridad de sus bases en Japón, que estaban mucho más allá del alcance de cualquier activo de KPA como para tomar represalias. Esa debilidad dejó a Corea del Norte efectivamente indefensa frente a tres años de bombardeo continuo, con más ataques lanzados sobre el país por las fuerzas estadounidenses que sobre todo el imperio japonés durante la Guerra del Pacífico.
Es probable que la nueva prueba sea el resultado de mejoras constantes al Hwasong-12, que se probó tres veces en 2017. Esta también parece ser la versión más poderosa del misil hasta el momento.
El lanzamiento de este misil balístico podría ser un intento de Kim Jong-un, el despiadado dictador totalitario del país, de eliminar (o suavizar) las sanciones y facilitar las conversaciones sobre armamento nuclear. Leif-Eric Easley, de la Universidad Ewha de Seúl, dijo a AP que Corea del Norte está “lanzando un frenesí de misiles antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Beijing, principalmente como esfuerzos de modernización militar”, y que Pionyang “quiere recordar a Washington y Seúl que intentar derribarlos sería demasiado costoso”.
Las conversaciones de desnuclearización entre Estados Unidos y Corea del Norte están estancadas debido a los desacuerdos sobre las sanciones y la petición de que Corea del Norte renuncie a sus capacidades nucleares. El presidente estadounidense Joe Biden ha expresado su interés en llegar a un acuerdo con Corea del Norte en el frente diplomático, pero no parece haber mucho progreso en esta área.