
Dicen que las bicicletas son para el verano, pero en la lista de equipamiento estival probablemente caben más cosas aparte de las chanclas y el bronceador. Una de esas cosas puede ser la Creative Stage Air V2, una barra de sonido para poner debajo del monitor pero que pide que te la lleves contigo de cervezas a la terraza.
La Stage Air V2 es una rara avis dentro de las barras de sonido porque carece del barullo de cables y conectores que a menudo acompaña a estos dispositivos. De hecho no se muy bien si considerarla un altavoz portátil en formato alargado. Mide 410 x 94 x 75mm, pesa poco más de un kilo (un kilo y 97 gramos) y su diseño es todo lo simple que se puede ser, con un frontal de rejilla metálica sólido y un cuerpo lacado en negro bonito pero que es un imán para huellas.
Los controles de la Air V2 son sencillos. Quizá demasiado sencillos. En la parte derecha encontramos el botón de encendido, los de volumen y el de Bluetooth. Parta encender o apagar el equipo hay que mantener pulsado el botón dos segundos. Si lo pulsamos una sola vez rápidamente lo que hace es cambiar la fuente de entrada entre Bluetooth, Auxiliar (la entrada de audio de 3.5mm), o audio por USB.
De igual manera, el botón de Bluetooth funciona como Play/Pausa si lo pulsamos una vez rápidamente, y los de volumen sirven para moverse entre canciones si los pulsamos dos segundos. Un indicador en la parte frontal informa del estado de la conexión Bluetooth.


Por una parte veo bien ese minimalismo en los botones y su posición, en el lateral de la barra, porque en realidad una vez encendida voy a controlarla por entero desde el móvil. Por otra parte no hubiera venido mal tener controles más específicos. Ojalá hicieran una barra que permitiera saltar entre canciones o ajustar el volumen deslizando el dedo por la parte superior como en los auriculares con soporte táctil.
Usando la Creative Stage Air V2
Toda esta simplicidad va en beneficio de la portabilidad. Al tener batería es muy tentador simplemente desconectar el cable USB y llevarte la barra para seguir escuchando música en la terraza, desconectarla del PC y conectarla a la consola, o pasar del audio del portátil al del móvil y llevártela a la cocina. La batería de la Stage Air V2 es una 2.200mAh que se carga por USB-C y rinde 6 horas según el fabricante. En mis pruebas son más bien cinco con el volumen fuerte, pero sigue siendo una buena cifra teniendo en cuenta que no está pensada para sacarla mucho de casa (no es resistente al agua ni a la intemperie).

A nivel de sonido, la Stage Air V2 suena mejor de lo que tiene derecho a sonar para costar tan poco. La barra tiene dos altavoces de 5W para un total máximo de 20W con una frecuencia de respuesta de 80 a 20.000Hz y una relación señal-ruido de 75dB. Emite un sonido cálido y agradable en los agudos y medios, aunque lógicamente le falta pegada en los graves. De todos modos suena muy bien para su precio, y desde luego es un salto importante respecto al sonido de cualquier portátil. En calidad recuerda mucho al de dispositivos como los Amazon Echo Plus o Echo de cuarta generación.
Conclusiones
¿Merece la pena la Creative Stage Air V2? La respuesta depende un poco de tus necesidades. Si buscas una barra de sonido muy sencilla y muy barata para tu PC o portátil, la Air V2 tiene buen sonido, y la ventaja de unas conexiones insultantemente sencillas y una batería que permite llevártela por ahí. Sin embargo, también tiene sus carencias. No tiene salida de auriculares ni asistente de voz. Si buscas más pegada en graves probablemente debas dar el salto a algo en la línea de la Creative Stage V2, que sacrifica el modo sin cables a cambio de un subwoofer en condiciones.
La Stage Air V2 tampoco es un altavoz portátil en sentido estricto. No suena tan potente como los Ultimate Ears o los Teufel Boomster, pero también es mucho más barata. Al final, su versatilidad y buen precio son dos interesantes razones para hacerse con una.