Hace solo unos meses, Simon estaba destinado a convertirse en el conejo más largo del mundo. Por desgracia, encontró la muerte en abril luego de un vuelo de United Airlines que iba de Londres a Chicago. United decidió incinerar el cadáver; sin embargo, sus propietarios han presentado una demanda contra la compañía, alegando que la incineración tenía el propósito de destruir evidencia sobre las causas de la muerte de Simon.
Su criadora (y antigua modelo Playboy), Annette Edwards, aseguró que el pobre conejito se encontraba en perfectas condiciones antes del vuelo, tras ser revisado por un veterinario. En teoría, debió llegar sin contratiempos con sus nuevos dueños. United, por su parte, declaró a Associated Press que el conejo estaba vivo al aterrizar, pero que murió después en el área de mascotas del aeropuerto.
La aerolínea realizó en abril una indagación en torno a la misteriosa muerte de Simon. Sin embargo, esta fue insuficiente, ya que, como dice USA Today, los propietarios del conejo solicitaron, en el mes de mayo, una investigación independiente.
Tras ello, según los demandantes, United incineró el cadáver. Los propietarios alegan que lo hicieron con el fin de deshacerse de cualquier evidencia sobre el asesinato de Simon. Lo que resulta sorprendente es que haya sido la aerolínea y no los dueños los que hayan podido decidir qué hacer con los restos del que pudo ser el conejo más largo del mundo.
USA Today informa que los abogados de los dueños de Simon creen que esta muerte representa un problema mucho mayor: el de los métodos de la aerolínea para transportar animales. Del total de muertes de animales ocurridas en los últimos cinco años en vuelos aéreos, más de un tercio sucedieron en vuelos de United, lo que representa, solo en abril, 53 muertes de un total de 136. Es más, cuando esta estadística fue realizada, no se incluyó a Simon.
Sin embargo, esa cifra es un porcentaje pequeño del total de animales transportados por United, que en 2016 fue de 109,149. Ese año, en la aerolínea hubo cerca de 2.1 incidentes de lesiones o muertes por cada 10,000 animales, pero esa cifra no hace más llevadera —o menos sospechosa— la situación para los dueños.
Cuando acaeció la muerte de Simon, United declaró que el “bienestar y seguridad de todos los animales que viajan… es de suma importancia para United Airlines y nuestro equipo de PetSafe”; sin embargo, las acciones que se le atribuyen no dejan buena imagen de la compañía. USA Today informa que United no brindó declaraciones de manera inmediata, pero nos hemos comunicado también con la aerolínea.
Por su parte, los abogados de los dueños manifestaron lo siguiente, en USA Today, sobre la muerte de Simon:
“Los hechos muestran un patrón de trato ilegal a las mascotas por parte de United Airlines, y también encubrimiento de la compañía en torno a la muerte de Simon” dijo Guy Cook, un abogado de Des Moines que representa a los propietarios del animal.
Simon fue comprado en abril por Mark Oman, Steve Bruere y Duke Reichardt, tres hombres de negocio de Iowa que pretendían exhibir al conejo durante la Feria Estatal de Iowa y recaudar fondos para la Fundación Blue Ribbon.
La demanda busca recuperar los gastos efectuados en la compra y transporte desde Inglaterra del conejo, así como daños punitivos a la aerolínea por su conducta.
El padre de Simon, Darius, fue declarado el conejo más largo del mundo en 2010.
Aún queda la esperanza de que la próxima vez que uno de sus hijos salga en las noticias sea debido a un hecho más feliz.
Finalmente, United Airlines nos brindó la siguiente declaración: “Nos entristeció la muerte de Simon en abril. Hemos recibido este reclamo y lo estamos investigando”.