El 16 de julio de 1945 se producía un hecho que cambiaría el curso de nuestra era: la detonación de Trinity, la primera bomba nuclear de la historia. Los espantosos hechos que siguieron a este descubrimiento ya los conocemos, pero ahora los científicos han dado con un hallazgo inesperado de aquel episodio: la aparición del primer cuasicristal producido por el hombre.
“Los cuasicristales se forman en ambientes extremos que rara vez existen en la Tierra”, explicaba el geofísico Terry Wallace del Laboratorio Nacional de Los Alamos. “Es necesario un evento traumático con una sacudida, una temperatura y una presión extremos. No solemos ver ésto, excepto en algo tan dramático como una explosión nuclear”.

Los átomos de todos los cristales se organizan siempre formando una serie de patrones que se repiten. Sin excepción. Sin embargo, esta regla no se aplica a los cuasicristales, cuya estructura interna no cuenta con patrones periódicos. Hasta los años 80 se pensaba que la existencia de estos cuasicristales era algo imposible, hasta que el científico israelí Dan Shechtman fue capaz de recrearlos en un laboratorio, un hecho que le llevó a ganar el Nobel de química casi dos décadas después.
Ahora, unos pocos años más tarde, un equipo de científicos liderado por el geólogo italiano Luca Bindi, decidió estudiar unos restos de trinitita, un material vidrioso que surgió después de la explosión de la prueba Trinity. Fue en el interior de los restos de una peculiar trinitita de color rojo donde apareció este cuasicristal.
Por medio de modernas técnicas de barrido y rayos X, los investigadores pudieron identificar la existencia del cuasicristal, aunque todavía quedan preguntas a las que no han sido capaces de dar respuesta. “Este cuasicristal es magnífico por su complejidad, pero nadie puede decirnos todavía por qué se formó de esta manera”, explicaba Wallace.
Esta investigación, junto a un mayor estudio de los minerales que han aparecido en detonaciones similares, podría ayudar a los científicos a comprender mejor su formación, y acabar desembocando en avances aplicados sobre ingeniería de materiales. [Vía: Sciencealert]