Uno de los problemas más complejos de resolver de la computación cuántica es que las interacciones cuánticas de los materiales son delicadas y fáciles de destruir a la mínima interacción. El descubrimiento, que sus autores califican como “la punta del iceberg” en el estudio de una nueva clase de materiales cuánticos, podría permitir fabricar chips cuánticos más rápidos y estables. [Caltech vía Science]