La plataforma es propiedad de Pemex, la compañía de petróleo y gas de propiedad y operación estatal de México. Si bien ni Reuters ni los investigadores de la ESA pudieron confirmar la causa de ninguna de las fugas de metano, informes anteriores sugieren que Pemex tiene un largo historial de no cuidar su antigua infraestructura de petróleo y gas, incluso en Ku-Maloob-Zaap. Entre 2010 y 2017 hubo alrededor de 100 muertes atribuibles a accidentes en los sitios de Pemex, según la firma de investigación Statista.

Si bien el metano no permanece en la atmósfera tanto tiempo como el dióxido de carbono, es unas 80 veces más potente y puede causar graves estragos en el clima a corto plazo. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, en su informe del año pasado, señaló por primera vez que el aumento de las emisiones globales de metano plantea un gran problema para los objetivos climáticos a corto y largo plazo. La producción de petróleo y gas es una de las mayores fuentes de emisiones de metano del mundo, gracias en gran parte a la ventilación y la quema del gas durante la perforación y la recuperación.

En junio de este año, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que Pemex invertirá 2.000 millones de dólares para tratar de eliminar casi por completo las emisiones de metano del sector de petróleo y gas. México también es parte de un compromiso global para reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030. El Global Gas Flaring Tracker anual del Banco Mundial encontró que México es uno de los 10 países con más quema en el mundo y uno de los tres que ha visto un aumento en la quema durante los últimos años recientes.