
El brazo mecánico gigante de la Agencia Espacial Europea que fue instalado recientemente en la ISS acaba de realizar su primera maniobra, moviendo silenciosamente una carga del tamaño de una maleta de un lado al otro del módulo científico de la estación.
No ha sido un camino sencillo el que ha tenido que recorrer este brazo robótico. Su viaje hacia la ISS se ha visto empañado por las tensiones políticas y la cancelación de los paseos espaciales, pero a pesar de estas dificultades, este brazo de 11,3 metros de largo se ha mantenido paciente. Ahora, por fin, ha llegado su hora.
El brazo robótico, que fue lanzado al espacio el pasado 24 de agosto, completó con éxito su primera tarea fuera de la Estación Espacial Internacional, como anunció la ESA este jueves. Siguiendo las órdenes de los cosmonautas rusos a bordo de la ISS, el brazo desenganchó una pequeña carga útil del módulo científico Nauka. Más tarde, el brazo movió la carga útil hacia otro lado y la volvió a colocar finalmente en su posición original. Toda la operación llevó cerca de seis horas, después de lo cual el robot volvió a su modo de hibernación.
Lanzado al espacio en julio de 2021, el brazo robótico de la ESA está diseñado para funcionar como un brazo humano pero con la capacidad de mover hasta 8 toneladas mientras opera fuera de la estación espacial orbital. El brazo tiene dos manos y es el primer robot capaz de anclarse a la ISS. El brazo se utilizará para transferir cargas útiles a medida que lleguen a la estación espacial sin la necesidad de que los astronautas realicen paseos espaciales de más. Incluso está diseñado para mover a los propios astronautas mientras realizan sus caminatas espaciales.
Un consorcio europeo liderado por Airbus Defence and Space en Países Bajos diseñó y desarrolló el brazo robótico para la ESA. Pero el robot aún no ha sido instalado por completo. Está previsto que hoy el brazo robótico siga probando sus habilidades durante el paseo espacial de los cosmonautas de Roscosmos, Oleg Artemyev y Denis Matveev, que retomarán las tareas de su última caminata espacial. Durante aquel intento, el paseo espacial tuvo que ser interrumpido porque el traje espacial de Artemyev no funcionaba correctamente.
De hecho, aquel paseo espacial estuvo a punto de no celebrarse debido a las tensiones entre la ESA y Roscosmos por la invasión rusa de Ucrania. El exjefe de Roscosmos, Dmitry Rogozin, había amenazado con prohibir el acceso al brazo robótico, y llegó a ordenar a los cosmonautas que suspendieran su trabajo en el brazo robótico europeo, instando al director general de la ESA, Josef Aschbacher, a que “volara al espacio” y lo hiciera él mismo.
Pero el trabajo en el brazo robótico europeo continúa, con una misión prevista para septiembre. “Las operaciones incluirán la evaluación del rendimiento de los frenos, el movimiento conjunto y el control de fuerza del brazo robótico europeo. Los equipos en tierra también evaluarán la calidad de las imágenes capturadas por las cámaras de sus codos para guiar las operaciones incluso durante la noche orbital”, escribió la ESA en un comunicado.