El experto en mecánica de bicicletas Rick Cavallaro ha creado una bicicleta imposible de montar. Para ello solo ha modificado una cosa respecto a una bicicleta normal: el manillar solo puede girarse en una dirección al hacer giros. Dicho de otro modo. Si quieres ir a la izquierda, solo puedes girar a la izquierda.
¿Parece fácil no? Al fin y al cabo la bicicleta te deja girar hacia el lugar al que quieres dirigirte. La realidad es que nadie es capaz de mantener el equilibrio sobre esta bici más allá de unos pocos segundos. La cosa es aún peor en una bicicleta con el manillar completamente bloqueado. Todo el que ha intentado ir en línea recta con ella ha acabado con sus huesos en el suelo.
La bicicleta es parte de un fascinante experimento del canal de YouTube Veritasium y sirve para demostrar que el secreto del equilibrio cuando montamos en bicicleta no está en ningún efecto giroscópico producto de la velocidad. El secreto del equilibrio está... en el manillar.
De hecho, el problema de la bicicleta modificada es que no nos deja girar a la derecha cuando queremos ir a la izquierda y viceversa. Aunque parezca contraintuitivo, las personas primero giramos hacia el lado contrario al que queremos ir, y lo hacemos por una buena razón: para mantener el equilibrio.
Existe la creencia de que es la velocidad la que nos ayuda a mantenernos estables encima de una bicicleta, pero es un mito. Si fuera cierto, podríamos pedalear en línea recta en una bici con el manillar bloqueado y no es así. De hecho, no es solo que giremos intuitivamente hacia el lado contrario al que queremos ir antes de dar un giro. Es que cuando vamos en línea recta también hacemos pequeñas correcciones constantes con el manillar que nos ayudan a mantenernos sobre dos ruedas. Esa es también la razón por la que es tan difícil mantenernos en equilibrio con la bicicleta parada. No es que las ruedas tengan un efecto giroscópico al moverse. Es que girar el manillar con la bicicleta parada no sirve para nada.
El vídeo también explica que los movimientos del manillar, y no la velocidad, son la razón por la que una bicicleta sin ciclista puede recorrer tanta distancia pendiente abajo. Las bicicletas están diseñadas de una forma en la que los centros de gravedad hacen girar sutilmente el manillar en la dirección contraria a la que se inclina el resto de la bici, rectificando la inclinación hasta cierto punto y manteniendo el equilibrio.
El vídeo es una prueba también de hasta qué punto sabemos poco de cómo funcionan las bicicletas pese a que llevan casi 200 años con nosotros. Es parte de la magia de estos vehículos. Aprendemos a manejarlos de forma completamente intuitiva pese a que en la mayor parte de casos desconocemos las fuerzas que tienen lugar a nuestro alrededor cuando montamos en ellas.