Cientos de figuras de acción, un pequeño taller para trabajar en tu nuevo diorama y hasta tus zapatillas favoritas esperando junto a la mesa. Es la habitación con la que muchos soñábamos de pequeños (y de mayores), pero tiene un problema. Para entrar necesitas ser del tamaño de un hamster.
Las imágenes corresponden al último proyecto de un artista de los dioramas llamado Hank Cheng, y es una maqueta escala 1/6. El modelo tiene tantos detalles que si la perspectiva es la adecuada la foto engaña completamente a la vista.
Como buen experto en dioramas, Cheng es capaz de convertir todo tipo de objetos cotidianos en otros completamente diferentes, como fabricar ollas a partir de barras de lápiz de labios. En sus cuentas de on Instagram y Facebook muestra sus demás proyectos, que son igualmente sobresalientes. [vía Hank Cheng]